La mayor flotilla humanitaria organizada hasta ahora para intentar romper el cerco a la Franja de Gaza, la Global Sumud Flotilla, que salió este domingo de Barcelona, se ha visto obligada a dar la vuelta y regresar al puerto este mismo domingo por la noche a consecuencia del mal tiempo. Entre los barcos que han tenido que volver a la capital catalana está el de Ada Colau y la activista Greta Thunberg, y también el del concejal de Esquerra Republicana en Barcelona, Jordi Coronas, que llegaron hacia las nueve de la noche. La Flotilla, compuesta por 20 barcos cargados de ayuda humanitaria —con toneladas de alimentos y medicinas—, habría hecho la misma ruta, es decir, salieron hacia el norte entre las 15 y las 17 horas, pero una vez superada la costa de Badalona tuvieron que dar la vuelta rumbo al puerto de Barcelona. La decisión se tomó después de una reunión entre los integrantes de la expedición ante las condiciones meteorológicas adversas.

Aunque la Flotilla se ha visto obligada a regresar a Barcelona, no se dan por vencidos y según apunta el diario ABC, han decidido que intentarán volver a navegar a partir de las 13:00 horas de este lunes.

Misión humanitaria hacia Gaza

Decenas de embarcaciones zarparon este domingo por la tarde hacia Gaza para intentar acabar con el bloqueo humanitario impuesto por Israel en el marco de la Global Sumud Flotilla. Unas 5.000 personas, según datos de la Guàrdia Urbana, despidieron a los activistas desde el Moll de la Fusta de Barcelona después de dos jornadas de actividades y debates en los que se ha denunciado reiteradamente la "complicidad" y el "silencio" de la comunidad internacional ante el "genocidio" de Israel en Gaza. "Barcelona nunca falla", celebró la exalcaldesa Ada Colau, una de las integrantes de la expedición. "Israel es muy claro en sus intenciones genocidas, si esto no hace que la gente se levante del sofá, no sé qué lo hará", advirtió la activista sueca Greta Thunberg.

Movimientos sociales, sindicatos y representantes del mundo de la cultura catalán y español, así como miles de ciudadanos anónimos, mostraron su apoyo a la Flotilla desde el Moll de la Fusta y despidieron también a los miembros de sus entidades que forman parte de la expedición. "Los políticos tendrían que estar haciendo eso, no tendríamos que estar arriesgando nuestras vidas, porque son ellos los que pueden exigir el fin del genocidio", reconoció Edu Lucas, de la IAC-Intersindical, que forma parte de la expedición catalana que intentará romper el bloqueo humanitario. En los barcos también viajan Colau y el concejal de ERC, Jordi Corona —que capitanea una de las embarcaciones— o la diputada de la CUP Pilar Castillejo. Representantes políticos de ERC, Comuns, CUP, PSC y Podemos estuvieron este domingo en el puerto de Barcelona.