Las calles de Francia arden en un nuevo día de protestas por todo el país contra los planes de recortes del Gobierno francés y contra el presidente de la República, Emmanuel Macron. La sustitución del ahora ex primer ministro François Bayrou por el macronista Sébastien Lecornu —el quinto en el cargo en dos años— no ha evitado un nuevo estallido de disturbios este jueves. La protesta contra la austeridad, convocada por los ocho principales sindicatos, ha reunido este jueves a 500.000 manifestantes por todo el país, de acuerdo con las autoridades, y más de un millón, según los organizadores. Todo, en plena formación del nuevo Ejecutivo de Lecornu y con los polémicos presupuestos para 2026, que prevén recortes de 44.000 millones euros, en el aire.
Si bien las protestas se han dado por toda Francia, la marcha más numerosa ha sido la de París, en la que se han concentrado unas 55.000 personas —según la policía— en la plaza de la Bastilla, símbolo de la Revolución Francesa de 1789, para desplazarse después hacia la plaza de la Nación. Estas cifras de manifestantes no se veían desde 2023, cuando a lo largo de varios meses millones de personas salieron a las calles por todo el país contra el retraso de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años. Ya la semana pasada hubo unos primeros estallidos de protestas y altercados en buena parte de Francia contra los planes de recortes que plantean los sucesivos gobiernos centristas que nombra Macron.

El paro de este miércoles, ampliamente seguido en sectores como el de la educación, ha propiciado centenas de bloqueos en calles e institutos, así como decenas de pequeños incendios y cargas policiales durante unas protestas particularmente tensas en París, Lyon, Rennes, Marsella o Nantes. También ha tenido consecuencias en algunos de los monumentos y museos más emblemáticos del país galo: la Torre Eiffel ha tenido que cerrar por seguridad, mientras que en el Museo del Louvre se han clausurado ciertas salas. Asimismo, decenas de sindicalistas se han metido en el patio del Ministerio de Economía, en el barrio parisino de Bercy, como gesto de protesta contra la austeridad, hasta que fueron expulsados por las fuerzas de seguridad tras diez minutos. Los manifestantes llevaban bengalas rojas y blandían algunas banderas palestinas, así como pancartas con escritos contra Macron.

Más de 300 detenidos
Para hacer frente a esta nueva jornada de protestas, se han desplegado hasta 80.000 policías y gendarmes, como ya se hizo en las protestas del pasado miércoles 10 de septiembre. El Ministerio del Interior francés ha informado de que hasta las 20:00 h de este jueves se había detenido hasta a 309 personas y se había registrado unos 26 heridos por los altercados. De los cuales, más de la mitad son miembros de las fuerzas de seguridad. También hubo un periodista de la televisión pública herido en la espalda en Lyon. El todavía ministro del Interior en funciones, Bruno Retailleau, ha anunciado que se detectaron en las marchas hasta 7.300 individuos "radicalizados", muchos de ellos del grupo antisistema 'black bloc'. A pesar del fuerte respaldo que han tenido las protestas, Retailleau ha aseverado en declaraciones a la prensa que "no se logró bloquear" el país —el lema de las protestas y la intención de los manifestantes—.

Lecornu asegura que ya se valoran las demandas de los sindicatos
Tras la intensa jornada de protestas, el primer ministro Lecornu ha asegurado que las reivindicaciones que plantean los manifestantes y los sindicatos están "en el centro de las consultas" que ha iniciado con los partidos de la oposición, y ha mencionado una mayor justicia fiscal y un aumento del poder adquisitivo de los ciudadanos. Sin embargo, el mandatario macronista ha condenado "los actos de violencia" contra la policía y ha afirmado que estos no son "un medio de acción política legítimo y nadie debe justificarla". Con todo, Lecornu no ha dado pistas sobre sus intenciones de ajuste para 2026, unos recortes con el objetivo de poder cumplir con las reglas del déficit de la UE.
A finales de este mes, el día 26, se ha convocado otra nueva gran movilización que podría perturbar de nuevo el funcionamiento del país. El principal sindicato de agricultores (FNSEA) organizará ese día una manifestación nacional para protestar contra el acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay).