Yo creo que no, pero sé que Barcelona se puede hacer pesada en agosto. El bochorno pegajoso, el asfalto candente, los guiris tostándose en la playa, mucho bar y restaurante cerrado por vacaciones... Lo puedo llegar a entender. Ahora bien: esta ciudad tiene recursos incluso para cuándo ya no queda ni un alma en el Eixample y los termómetros están a punto de reventar. Y un buen ejemplo es el restaurante Beso Beach Pedralbes, en el Gran Melià Torre Melina.

Me invitaron a pasar el día y pensé: eso es un buen plan de verano para cualquiera que esté en Barcelona durante los meses más calurosos. Porque si alguna cosa necesita cualquiera que camine un rato por nuestra querida ciudad es una buena remojada. Y en el restaurante Beso Beach, si reservas para comer, te llevas una entrada a la piscina.
Los dos platos escogidos, de ración abundante, hacen una apertura fresca en este día en que el sol aprieta de lo lindo

El día de mi visita me espera en la terraza un menú que empieza por pan, alioli y olivas y sigue con unos entrantes, de los cuales escogemos la burrata con tomates confitados, pistachos, mousse de albahaca y rúcula y el carpaccio de wagyu con parmesano, rúcula y trufa, pero también había alcachofas a la brasa con piñones, payoyo y trufa o croquetas de jamón ibérico. Los dos platos escogidos, de ración abundante, hacen una apertura fresca en este día en que el sol aprieta de lo lindo.
En Beso lo tienen muy claro, y por eso preparan unos Bloody Mary salobres y sabrosos para ir refrescando el paladar, adelantando el momento en que todo el cuerpo se lanzará al agua para encontrar el refrigerio integral

Como principal, el arroz de carabineros nos parece ideal para esta jornada de sol y piscina. Alguna cosa tienen los arroces marineros que invitan a sumergirse en piscinas y mares. ¿O es exactamente al revés, que las masas de agua gritan al plato de este cereal que se ha bebido un caldo marino? En esta Barcelona candente, somos como dos granos de arroz, esperando el líquido que nos mejorará el día. En Beso lo tienen muy claro, y por eso preparan unos Bloody Mary salobres y sabrosos para ir refrescando el paladar, adelantando el momento en que todo el cuerpo se lanzará al agua para encontrar el refrigerio integral.
De postre, antes de la anhelada piscina, una pavlova deconstruida y unos bombones de helado son el preludio perfecto antes de nadar

De postre, antes de la anhelada piscina, una pavlova deconstruida y unos bombones de helado son el preludio perfecto antes de nadar, de bucear y chapotear, de la humedad y de la empapada.