El fin de semana es momento de relajarse y desconectar del trabajo, los estudios y olvidar, durante unas horas, la rutina semanal. Son dos días para hacer otros planes, salir de casa u, otra opción muy válida, quedarse en el sofá abrazando la manta y mirando series y películas. Los sábados y domingos, sin embargo, también resultan ser una oportunidad excelente para descubrir aquellos restaurantes que nos llaman más la atención, pero que entre semana es imposible visitarlos por la falta de tiempo. Para que no tengas que perder tiempo pensando dónde ir, desde La Gourmeteria te recomendamos 4 restaurantes para probar durante el fin de semana y disfrutar de magníficos platos y lugares.

4 restaurantes en el Baix Llobregat que son espectaculares

Muy cerca de Barcelona, de la capital, del gran reclamo turístico del país y de Europa, pero a menudo invisibilizada y despreciada. El Baix Llobregat es una tierra fértil, interesante, rica y con una gastronomía esplendorosa que se tiene que reconocer y difundir. Buenos restaurantes de cocina catalana y tradicional, pero también de apuestas con chefs reconocidos internacionalmente.

Marimorena: auténtica cocina catalana

La abuela y el nieto trabajando juntos en los fogones de casa. Así se podría definir la esencia del restaurante Marimorena, ubicado cerca del centro de Sant Boi de Llobregat y que potencia la cocina de la abuela, es decir, la tradicional y la catalana, pero con una mirada del nieto, es decir, la versión más moderna, innovadora con toques de todo el mundo. Doce años son los que lleva abierto el restaurante, situado en el centro de Sant Boi de Llobregat. “Quería volver a casa: estar cerca de los amigos, de la familia y nutrirme de todos los productos brutales que tenemos a nuestro alrededor, de la mano de un campesinado muy fuerte en la comarca”, explica el propietario Albert Mendiola. Con eso se refiere a dar importancia a la temporada de la alcachofa, de la pata azul, de los espárragos del Llobregat, las cerezas y una larga lista de productos autóctonos. “Al fin y al cabo, hacemos una cocina honesta”, sentencia.

Cal Sagristà: el producto más honrado y catalán

Cal Sagristà es una empresa familiar de Sant Vicenç dels Horts que poco a poco se acerca al centenario. La base de todo ello es una cocina casera, hecha con productos de calidad y de proximidad. También podrás disfrutar de sus platos de rosticería para llevar o bien probar los caterings que promocionan. Ofrecen, además, un trato personalizado y trabajan tanto para particulares como para empresas. Cocina catalana y honrada. Estos son los dos adjetivos que van como anillo al dedo en Cal Sagristà.

Alas Hermanos Torres: un restaurante en el aeropuerto

Los aeropuertos y las estaciones de tren son los típicos lugares donde solo se come por necesidad. Cuando has perdido un vuelo y no tienes más remedio que esperar en una cafetería, o cuando tienes prisa y solo tienes tiempo de una hamburguesa rápida de cualquier franquicia. Pero comer en el aeropuerto en un local con cara y ojos, un producto excelente y un servicio atento y rápido es como encontrar una aguja en un pajar. Una aguja que, por suerte, la encontramos en el Aeropuerto del Prat, en el restaurante Alas Hermanos Torres.

La Bonaigua: cocina tradicional desde 1990

“Mis padres, Sònia Serrano y David Pardo, y mis abuelos, Inma Grau y Paco Serrano, llevaban el bar del ateneo de Sant Just Desvern”, explica Víctor Pardo. Hacían cuatro tapas y mi abuela cocinaba muy bien. Pero en 1990 encontraron un local en la Carretera Real que era una antigua forja, y decidieron montar un bar con la correspondiente barra gigante, máquinas de tragaperras y de tabaco, y un gran comedor donde se hacía un menú y una carta de cocina clásica catalana de masía: bacalao de mil maneras, calçots, alcachofas a la brasa, etc.

El espectacular arroz de La Bonaigua / Foto: Un Delicioso Mundo
El espectacular arroz de La Bonaigua / Foto: Un Delicioso Mundo

El restaurante La Bonaigua tiraba hacia delante con Sònia y Inma en la cocina y David y Paco en la sala, hasta que Víctor, que estudió el grado superior de cocina en el CETT e hizo prácticas en El Celler de Can Roca y a Quique Dacosta, y que había trabajado en Ca la Nuri, fue requerido por la familia. “Siempre me había gustado la cocina. Había trabajado de camarero en casa y conocía los interiores de un restaurante. El año 2016 me incorporo y me adapto a la oferta de menú y carta que había. Pero empiezo a añadir algunas cosas en el menú que rompían totalmente el escandallo, como un filete Wellington de cerdo. Estaba flipado”. También fue incorporando sus ideas a la carta, escogiendo buen producto, fuera gamba de Palamós o cigala de la Barceloneta, langosta o bogavante, buenos arroces.