El fin de semana es momento de relajarse y desconectar del trabajo, los estudios y olvidar, durante unas horas, la rutina semanal. Son dos días para hacer otros planes, salir de casa u, otra opción muy válida, quedarse en el sofá abrazando la manta y mirando series y películas. Los sábados y domingos, sin embargo, también resultan ser una oportunidad excelente para descubrir aquellos restaurantes que nos llaman más la atención, pero que entre semana es imposible visitarl por la falta de tiempo. Para que no tengas que perder tiempo pensando dónde ir, desde La Gourmeteria te recomendamos 4 restaurantes para probar durante el fin de semana y disfrutar de magníficos platos y lugares.

4 buenos restaurantes de la Catalunya Central

Las comarcas de Anoia, el Solsonès, el Berguedà, el Bages, Osona, el Moianès y el Lluçanès conforman la Catalunya Central. Un territorio a caballo entre las provincias de Barcelona, Lleida y Girona con una gastronomía excelente. Desde los paisajes del norte de la Anoia hasta el Pirineo del Berguedà, la Catalunya Central guarda algunos tesoros desconocidos que vale mucho la pena conocer. Lugar de paso habitual para ir de una punta en la otra del país, este territorio es rico en todo tipo de productos: desde el vino del Bages hasta el porcino de Osona, pasando por la tradición centenaria de los restaurantes del Solsonès o las delicias artesanas del Berguedà. Sea cual sea tu rincón preferido, la Catalunya Central es un lugar fantástico de Catalunya que tienes que visitar a toda costa para disfrutar de su maravillosa cocina.

Hostal Jaumet - Torà (Solsonès)

Torà es un pequeño municipio de poco más de mil habitantes de la comarca del Solsonès que limita con la Segarra y la Anoia. El pueblo es recordado por las jaranas que se organizaban en los años ochenta cuando se programaban conciertos de bandas de rock radical vasco, que llenaban con vecinos de Lleida y de los pueblos de la provincia y que acostumbraban a acabar en hostias —por qué no decirlo— a causa del estado etílico de los asistentes. Leyendo el nuevo libro del Albert Molins, Desayuno de tenedor, de la editorial Cossetània —que justamente presentaron en el bar Gelida entre platos de capipota, tripa y tortillas—, aparece reseñado el hostal Jaumet de Torà. Un lugar que no aparece en las guías Michelin, sino que solo recomiendan los auténticos amantes de la cocina catalana de trinchera.

Els Casals - Sagàs (Berguedà)

Els Casals, galardonado con una Estrella Michelin y una Estrella Michelin Verde, es un restaurante hotel rural dentro de una masía del siglo XVII rodeado de un paisaje maravilloso, donde la familia Rovira gestiona una explotación agrícola y ganadera que al mismo tiempo provee de la práctica totalidad de los productos que ofrecen en el restaurante. No hablamos de cuatro plantas aromáticas y un huertecillo con cuatro lechugas, no; en Els Casals cultivan la tierra para así alimentar el ganado de la mejor manera posible. Tienen vacas, cerdos y gallinas, cuidan un huerto con todo tipo de hortalizas, verduras y legumbres que no se lo acaban y, además, elaboran todo tipo de embutidos con las partes nobles de sus cerdos, también mantequilla de su leche y huevos de sus gallinas.

Hostal Grau- l'Estany (Moianès)

Producto de proximidad, natural y ecológico, del obrador artesano y de la tierra. Embutidos artesanos de sus cerdos criados como los de antes, sobrasada, miel de abeja reina. "Menús diarios, menús de fin de semana, celebraciones familiares, de empresa, bautizos, bodas, divorcios, caterings, comidas para llevar y mucho más a vuestra disposición", describen en su web. Con una capacidad de hasta 120 comensales y un jardín para celebraciones: así se presenta este amplio local, ambientado con el tema del motor, y que es un templo para los aficionados motoristas, ya que el amo ha corrido mundiales de quad y ha ido a varios Dakars de asistencia.

Fussimanya - Tavèrnoles (Osona)

El restaurante Fussimanya fue fundado en 1971 por Rossend Viladecàs y Dolors Pascual. Fue tal el éxito de la cocina de Fussimanya y del paraje natural que lo rodeaba y lo rodea que ha permitido a esposa e hijos mantener y mejorar los valores, el saber hacer y el buen trato de esta casa. Ahora, ya con la tercera generación familiar al frente del negocio 53 años después, el nieto Gerard toma el relevo del local. Masia tradicional catalana dentro del espacio natural Guilleries-Savasona (Valle de Sau-Collsacabra). Con un ambiente familiar y para los negocios, ha sabido agrupar la fórmula casi imposible en nuestros días: calidad, cantidad y precio.