Cuando se trata de preparar marisco fresco en casa, hay un detalle esencial que muchas veces se pasa por alto: la limpieza adecuada antes de cocinarlo. Y es que pocas cosas pueden arruinar más una receta de marisco que encontrar restos de arena entre bocado y bocado. Este problema es especialmente común con productos como las navajas o las almejas, que suelen contener tierra en su interior tras ser extraídas del mar. Por eso ha generado tanto interés un vídeo publicado en Instagram por @noelapeskaera, una pescadera que comparte consejos prácticos y eficaces relacionados con el mundo del pescado y los productos marinos. En esta ocasión, revela un truco sencillo y muy efectivo para depurar el marisco en casa sin complicaciones.
Truco de pescadera para depurar el marisco
La mayoría de la gente ha oído hablar del método tradicional de usar agua con sal para limpiar navajas o almejas. Es una técnica muy extendida y que funciona, pero no siempre logra eliminar por completo todos los restos de tierra. Además, requiere más tiempo y puede ser menos eficiente si no se hace correctamente. Sin embargo, esta pescadera propone un enfoque diferente que, según ella, da mejores resultados y en menos tiempo: utilizar agua con gas. Puede sonar extraño al principio, pero es un truco que funciona y que muchos ya están incorporando a sus rutinas de cocina.

Solo hace falta colocar las piezas de marisco en un recipiente amplio, de forma que no queden unas encima de otras, y verter agua con gas hasta cubrirlas por completo. Después, se deja reposar durante un rato para que el marisco comience a expulsar la tierra. La clave está en las burbujas que desprende el gas carbónico: ese movimiento constante en el agua actúa como un pequeño masaje que estimula al marisco a soltar las impurezas que guarda en su interior. Y lo mejor es que este proceso no altera el sabor del producto, lo que lo convierte en una alternativa ideal.
Este método no solo se limita a las navajas. También puede aplicarse a almejas, berberechos y otros mariscos similares que puedan contener arena. El resultado es un producto mucho más limpio, listo para cocinar en tus platos favoritos: desde una paella hasta unas almejas al vapor con ajo y perejil. Y lo más importante, sin riesgo de encontrarte con tierra en medio del disfrute. A veces, los trucos más sencillos son los más eficaces. Y si vienen recomendados por quienes trabajan a diario con el marisco, aún mejor. Este consejo no solo te hará la vida más fácil en la cocina, sino que también elevará la calidad de tus platos. Ahora ya lo sabes: la próxima vez que compres marisco, no olvides llevar también una botella de agua con gas.