¿Alguna vez te has preguntado por qué a las ostras se las entierra en cemento? Aunque a primera vista suene raro, esta técnica es fundamental para que estos moluscos lleguen a nuestros platos con la máxima calidad. En un vídeo publicado por la cuenta de Instagram @associaciodepuradorescatalunya, se nos muestra este proceso tan curioso como importante: la cimentación de ostras, una práctica clave para su desarrollo en el medio marino. Contrario a lo que mucha gente cree, las ostras no crecen de forma autónoma y libre dentro del agua. Para que puedan desarrollarse correctamente, se necesita un proceso muy cuidado que combina tradición, conocimiento del mar y mucho trabajo manual.
¿Sabes por qué a las ostras se las entierra en cemento?
En las imágenes se observa con claridad cómo, una a una, las ostras son manipuladas por los productores. Todo empieza con la unión de dos ostras, que conforman la primera capa de la estructura. Sobre ellas se aplica una pequeña cantidad de cemento, y se colocan unas cuerdas que servirán de soporte. Luego se añade una tercera ostra en la parte superior y se deja secar la mezcla durante un tiempo determinado antes de volver a sumergirlas en el mar.

Una vez listas, estas “torres” de ostras unidas con cemento se cuelgan en las aguas donde terminarán de crecer, fortalecerse y adquirir su sabor característico. Esta técnica no solo ayuda a que las ostras se desarrollen de forma más organizada y segura, sino que también facilita el control y manejo durante el cultivo. Gracias a ella, los productores pueden asegurarse de que las ostras reciban el oxígeno, el alimento y el espacio necesario para alcanzar un tamaño y una calidad ideales.
Todo empieza con la unión de dos ostras, que conforman la primera capa de la estructura
Este proceso puede parecer rudimentario, pero en realidad es fruto de años de experiencia y conocimiento del entorno marino. La cimentación permite crear estructuras resistentes al oleaje y a las corrientes, lo que reduce las pérdidas y mejora el rendimiento del cultivo. Además, este sistema favorece la trazabilidad del producto, algo muy valorado tanto por los consumidores como por los profesionales del sector gastronómico.
Gracias a técnicas como esta, las ostras catalanas pueden llegar a las mesas con un sabor y una textura que las hace muy valoradas dentro y fuera del país. Detrás de cada ostra que te comes, hay mucho más trabajo del que imaginas.