En Instagram abundan los trucos caseros que prometen resolver problemas cotidianos, pero algunos sorprenden más que otros. En la cuenta @eyzulay, la creadora de contenido Mónica Aliaga muestra un método tan curioso como efectivo para ahuyentar a las molestas moscas durante una comida. En el vídeo se la ve escribir repetidamente el número 68 en un folio con un bolígrafo y colocarlo en el centro de la mesa. Lo sorprendente es que, según explica, las moscas confunden esos números con la forma de una tela de araña, lo que provoca que no se acerquen a la comida. Aunque pueda sonar extraño, lo cierto es que en las imágenes se observa cómo, minutos después, no queda ni una sola mosca rondando, a pesar de que en la mesa hay marisco y antes el ambiente estaba plagado de insectos revoloteando.

El truco más increíble para espantar las moscas en la mesa

Este truco llama la atención por su simplicidad y falta de ingredientes o aparatos. No se trata de recurrir a velas aromáticas, sprays químicos ni trampas pegajosas, sino de algo tan sencillo como papel y bolígrafo. Lo más sorprendente es que el efecto parece inmediato: bastan unos números escritos estratégicamente para transformar una comida que podía convertirse en un suplicio en una experiencia tranquila y sin interrupciones. El número 68, escrito una y otra vez, se convierte en un aliado inesperado contra uno de los problemas más comunes del verano.

Moscas en la mesa / Foto: Unsplash
Moscas en la mesa / Foto: Unsplash

Lo interesante de esta técnica es que juega con la percepción visual de los insectos. Las moscas, como muchos otros animales, reaccionan con instinto frente a lo que identifican como peligro potencial. En este caso, la repetición del número 68 imitaría a los ojos de una araña o a la geometría de su tela, algo suficiente para mantenerlas alejadas. No se necesita olor, ni sustancias repelentes: simplemente el engaño de la forma escrita en un folio. Es un ejemplo fascinante de cómo a veces la naturaleza puede engañarse con estímulos tan básicos.

Esta técnica juega con la percepción visual de los insectos

Este invento abre además la puerta a la imaginación y experimentación en casa. ¿Funcionaría con otros números? ¿Sería igual de eficaz dibujar formas geométricas o líneas que se asemejen a una telaraña? Lo cierto es que el vídeo invita a probarlo, especialmente en esas reuniones familiares o comidas al aire libre en las que las moscas parecen no dar tregua. El hecho de que se pueda aplicar en cualquier lugar, sin coste y sin esfuerzo, lo convierte en un recurso que merece la pena tener en cuenta.


Este truco demuestra que no siempre hace falta complicarse para encontrar soluciones ingeniosas. El número 68 en un papel puede ser la diferencia entre una comida incómoda y una experiencia relajada, sin moscas incordiando en cada bocado. Y aunque pueda sonar demasiado bueno para ser verdad, el vídeo de Instagram deja claro que, al menos en esa mesa repleta de marisco, funcionó a la perfección. ¿Te atreves a probarlo la próxima vez?