El pulpo a la gallega o a feira es uno de los platos más emblemáticos de la cocina española, y conseguir que el pulpo cocido y envasado quede tan delicioso como el que preparan los auténticos pulpeiros no es tarea imposible. En la cuenta de Instagram @octopussblack, un creador de contenido especializado en pulpo, comparte su secreto para calentar pulpo ya cocido de manera que mantenga toda su textura y sabor originales, evitando errores comunes que arruinan este manjar. Él insiste en que el truco fundamental es respetar el producto y calentarlo siempre en su medio natural: el agua, dejando de lado el microondas, que aunque rápido, puede estropear la calidad del pulpo en segundos.

El secreto para cocinar pulpo envasado

Este consejo surge porque mucha gente piensa que calentar el pulpo en microondas es la opción más práctica y rápida, pero según él, no hay nada más falso y perjudicial para el resultado final. El pulpo no nació para ser tratado con tanta prisa ni golpes de calor intensos, que lo resecan y endurecen. En cambio, sumergir el pulpo en agua caliente, en vez de cocinarlo de nuevo, permite que recupere su jugosidad y su textura tierna, sin que pierda sus propiedades. Además, el creador de contenido aclara que no debemos hacer caso a los mitos ni a los consejos poco profesionales de algunos fabricantes, ya que el método tradicional es el que garantiza un pulpo digno de un buen pulpeiro.

 

 

La técnica que recomienda es sencilla pero requiere paciencia. Lo primero es sacar el pulpo del envase para que se airee un poco y evitar que se concentre humedad o sabores no deseados. Luego, solo se trabaja con la mitad del pulpo para que sea más manejable y se deje reposar a temperatura ambiente unos 30 minutos, evitando que se enfríe demasiado o que se cocine de manera desigual. Después, se pone agua a hervir, pero en lugar de echar el pulpo directamente, se apaga el fuego y se deja reposar el agua hirviendo durante dos minutos antes de sumergir el pulpo. Esta pausa es esencial para evitar un choque térmico y asegurar que el pulpo se caliente de manera uniforme y delicada.

Aunque sea una receta rápida, no hay que precipitarse con los pasos

Tras sumergir el pulpo en el agua caliente, se deja reposar durante unos 10 minutos, tiempo en el que el calor residual penetra lentamente en la carne, garantizando que se caliente sin endurecerse. A continuación, se corta el pulpo con unas tijeras en trozos manejables, justo antes de presentarlo en el plato. Para un toque auténtico y delicioso, se rocía con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, y se espolvorea una mezcla de pimentón dulce y pimentón picante, dos ingredientes indispensables que realzan el sabor del pulpo y le aportan ese color y aroma característicos de la receta tradicional.

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Lo volveremos a poner en agua hirviendo para que recupere su jugosidad / Foto: Unsplash

Finalmente, el toque tradicional no estaría completo sin usar palillos para comerlo, una costumbre popular que facilita saborear cada bocado con calma y elegancia. En un último apunte, el creador confiesa que se le olvidó grabar el momento de poner la sal en su vídeo, pero no en la preparación real: él prefiere usar sal en escamas, que aporta un contraste perfecto de textura y potencia los sabores sin enmascararlos. Así, siguiendo estos pasos sencillos y respetuosos, cualquiera puede disfrutar de un pulpo cocido y envasado con la calidad y el sabor que solo los auténticos pulpeiros saben lograr.