El plátano es una de las frutas más consumidas en el mundo, presente en desayunos, batidos y meriendas por su sabor dulce y su alto contenido en potasio. Sin embargo, muy pocas personas saben que el plátano no crece en un árbol, como se suele creer. Aunque su aspecto lo sugiera, lo cierto es que esta fruta tropical crece en una planta herbácea gigante, una de las más grandes del planeta. Descubrir cómo se desarrolla el plátano y otros datos curiosos sobre él cambia completamente la forma en que lo vemos y lo valoramos.
¿Sabías que el plátano no crece en un árbol?
En realidad, lo que solemos llamar árbol de plátano es un pseudotallo, formado por la superposición de hojas enrolladas entre sí, que pueden alcanzar hasta tres metros de altura. Esta estructura sostiene el racimo de plátanos y, aunque parezca un tronco, no lo es. El verdadero tallo crece bajo tierra y es a partir de ahí que la planta produce una sola vez en su vida. Una vez cosechado el fruto, la planta muere y es reemplazada por un nuevo brote que nace de la misma raíz, lo que convierte al plátano en una especie muy particular dentro del mundo vegetal.
El verdadero tallo del "árbol del plátano" crece bajo tierra
Además de su curiosa forma de crecimiento, el plátano tiene otras características sorprendentes. A diferencia de muchas frutas, los plátanos no se polinizan para desarrollarse. Se reproducen de forma asexual, lo que significa que todas las plantas comerciales son clones genéticos. Esto facilita su cultivo, pero también los hace más vulnerables a enfermedades, como ocurrió en el pasado con la variedad Gros Michel, que fue prácticamente eliminada por un hongo. Hoy en día, la variedad más común es la Cavendish, que también corre riesgo si no se toman medidas preventivas.

Desde el punto de vista nutricional, el plátano es un alimento muy completo. Contiene fibra, vitaminas del grupo B, vitamina C y minerales como el potasio y el magnesio. Se le asocia con la prevención de calambres musculares, la mejora de la digestión y la regulación del sistema nervioso. Además, es una fuente de energía rápida, lo que lo convierte en un favorito entre deportistas y personas activas.

Saber que el plátano crece en una planta herbácea y no en un árbol como muchos creen, nos recuerda que incluso los alimentos más cotidianos esconden secretos fascinantes. La próxima vez que comas uno, piensa que estás disfrutando no solo de una fruta rica, sino también de un pequeño milagro botánico. Además, su facilidad para transportarse y conservarse sin necesidad de refrigeración lo convierte en un alimento accesible en cualquier parte del mundo. Sin duda, el plátano es mucho más extraordinario de lo que parece a simple vista.