Cocinar arroz puede parecer una tarea sencilla, pero lograr que quede esponjoso, suelto y con buena textura no siempre es fácil. A menudo nos enfrentamos a granos apelmazados, demasiado blandos o sin sabor. Sin embargo, existe un truco casero que muchos pasan por alto y que puede cambiar radicalmente el resultado final: añadir un poco de vinagre al agua de cocción. Esta práctica, aunque poco conocida en muchas cocinas occidentales, tiene una base científica sólida y múltiples beneficios tanto para el paladar como para la conservación del arroz.
Por qué deberías añadir vinagre al arroz
El ingrediente estrella en este truco es el ácido acético, el compuesto activo principal del vinagre. Su acción sobre el almidón del arroz impide que los granos se peguen entre sí, ya que ralentiza la gelatinización del almidón durante la cocción. ¿El resultado? Un arroz más suelto, con mejor textura y presentación, ideal para cualquier tipo de receta, desde un simple acompañamiento hasta platos más elaborados.

Pero el beneficio no termina ahí. Al actuar también como conservante natural, el vinagre ayuda a prolongar la vida útil del arroz cocido. Al reducir el pH del medio, crea un entorno menos favorable para el crecimiento de bacterias y hongos, lo que significa que tu arroz aguantará en la nevera más tiempo sin estropearse. Esto es especialmente útil si eres de los que cocina en grandes cantidades y guarda porciones para varios días.
Desde el punto de vista nutricional, añadir vinagre al arroz puede ser también una buena idea. Estudios de instituciones como Harvard han destacado que el consumo de ácido acético mejora la sensibilidad a la insulina, reduce los picos de glucosa tras las comidas y genera una sensación de saciedad más duradera. Estos efectos son especialmente relevantes para personas con resistencia a la insulina o que buscan controlar el apetito y el peso.
El consumo de ácido acético mejora la sensibilidad a la insulina
El uso del vinagre en el arroz no es una novedad en todo el mundo. En la cocina japonesa, por ejemplo, es un paso fundamental para preparar el arroz del sushi, donde no solo potencia el sabor, sino que también mejora su conservación y textura. Esta tradición milenaria ha sido adoptada por cocineros de todo el mundo, y cada vez más hogares descubren sus beneficios.

Aplicar este truco es fácil: basta con agregar entre una y dos cucharaditas de vinagre (preferiblemente de manzana o de arroz) al agua de cocción por cada taza de arroz crudo. El sabor apenas se nota, pero el cambio en la textura y la conservación es realmente sorprendente. Si nunca lo has probado, este puede ser el momento perfecto para darle un giro a tu arroz de siempre.