El pan precocido del supermercado se ha convertido en una opción muy práctica para tener siempre pan caliente en casa sin necesidad de acudir a la panadería a diario. Sin embargo, muchas personas cometen el error de congelarlo sin seguir algunos pasos clave, lo que provoca que, al descongelarse, pierda textura o sabor. Si se congela de forma correcta, este tipo de pan puede conservarse durante semanas y, al calentarlo, ofrecer una corteza crujiente y una miga esponjosa, como si acabara de salir del horno. La clave está en entender su punto de cocción, almacenarlo adecuadamente y saber cuál es el mejor método para hornearlo cuando se quiera consumir.

Cómo congelar el pan del súper

Lo primero que hay que tener en cuenta es que el pan precocido no está completamente hecho: ha pasado por una primera cocción que lo deja en un estado intermedio. Por eso, nunca debe congelarse una vez horneado del todo, ya que al recalentarlo perdería frescura y se endurecería con facilidad. Lo ideal es congelarlo tal cual se compra, sin quitarle el envoltorio si viene en papel, o bien envolviéndolo con film transparente o una bolsa hermética si viene a granel. Es importante evitar la entrada de aire para que no se reseque ni absorba olores del congelador. Congelado de esta manera, el pan puede conservarse perfectamente entre uno y dos meses.

Lo debemos dejar en su propio envoltorio / Foto: Unsplash
Lo debemos dejar en su propio envoltorio / Foto: Unsplash

A la hora de prepararlo, no es necesario descongelarlo previamente. Se puede introducir directamente en el horno precalentado a 200 °C durante unos 8-12 minutos, dependiendo del tamaño de la pieza. Si se quiere conseguir una corteza más dorada y crujiente, un buen truco es rociar ligeramente la superficie con agua antes de meterlo en el horno. Esto genera vapor y ayuda a que la corteza quede como la de un pan recién hecho. Además, es recomendable colocarlo sobre la rejilla del horno en lugar de una bandeja, ya que el aire circulará mejor y la cocción será más homogénea.

Una buena idea para descongelarlo es ponerlo en la parte de la rejilla del horno / Foto: Unsplash
Una buena idea para descongelarlo es ponerlo en la parte de la rejilla del horno / Foto: Unsplash

Otra opción válida, aunque menos recomendable, es utilizar la freidora de aire. Este método es más rápido y permite tener el pan listo en unos 5 minutos, pero puede quedar menos uniforme si las piezas son grandes. En cualquier caso, lo que nunca debe hacerse es descongelarlo a temperatura ambiente o en el microondas, ya que esto afecta directamente a la textura y puede dejarlo gomoso. Siguiendo estos pasos sencillos, el pan precocido se convierte en un recurso ideal para cualquier comida, manteniendo su sabor y textura como si estuviera recién horneado. Un pequeño gesto que marca la diferencia en la calidad del pan que servimos en casa.