Cada 4 de mayo, coincidiendo con el Día Mundial del Zumo de Naranja, muchas campañas promocionan este producto como una fuente de vitaminas esencial para empezar el día. Sin embargo, si nos fijamos en las etiquetas nutricionales, descubrimos que no todos los zumos son iguales. La cantidad de azúcar puede variar mucho entre marcas, y a menudo supera las recomendaciones diarias de consumo de azúcar libre. De hecho, muchos consumidores piensan que comprar zumo de naranja en el supermercado es una opción saludable, pero la realidad es que puede contener tanto azúcar como un refresco. Según diversos estudios, algunos zumos de naranja 100% naturales contienen hasta 10-12 gramos de azúcar por 100 ml, una cifra similar a la de muchos refrescos comerciales. Descubre por qué el zumo hecho en casa es mucho mejor para tu salud.
Adiós a comprar zumo de naranja: todos los motivos
Eso significa que un vaso de 200 ml puede aportar casi la mitad de la cantidad máxima de azúcar recomendada por un adulto en una sola mañana. Eso sorprende a los consumidores que, a pesar de anunciarse como “naturales”, son zumos que provienen de concentrado o han sufrido procesos de añadido de azúcares. Por otra parte, marcas que trabajan con zumo de naranja fresco sin concentrado y que no incorporan ningún aditivo son las que presentan menor carga glucémica.

Algunas opciones del mercado, como ciertos zumos refrigerados que indican claramente sin azúcares añadidos y “no a partir de concentrado”, tienen entre 7 y 8 gramos de azúcar por 100 ml, una diferencia significativa. Sin embargo, hay que recordar que este azúcar es natural de la fruta, pero consumirlo sin la fibra de la pulpa hace que el metabolismo lo gestione de manera más rápida, como si fuera azúcar libre.
Aunque en el envase diga "100% natural" o "sin azúcares añadidos", el proceso de fabricación elimina la fibra de la fruta y concentra los azúcares naturales
Aunque en el envase diga “100% natural” o “sin azúcares añadidos”, el proceso de fabricación elimina la fibra de la fruta y concentra los azúcares naturales, convirtiéndoles en una bomba glucémica que puede favorecer problemas como el sobrepeso o la diabetes tipo 2. Además, muchos de estos zumos se producen a partir de concentrados, almacenados durante meses y reconstituidos con agua y aromas, cosa que reduce considerablemente el valor nutricional.
La opción óptima para consumir el zumo de naranja
La mejor alternativa es hacer el zumo de naranja en casa. Utilizar naranjas frescas, de temporada y sin añadir azúcar ni ningún otro aditivo. El resultado es un producto con más sabor, más nutrientes y, sobre todo, más honesto. Si quieres cuidarte de verdad, deja el supermercado de lado, en este caso, y opta por el cuchillo y la máquina de exprimir. Tu cuerpo te lo agradecerá.