Catalunya pierde a unos de sus cocineros más icónicos. Paco Solé Parellada, propietario del restaurante 7 Portes de Barcelona y catedrático de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), ha fallecido este jueves a la edad de 81 años, según ha comunicado la Acadèmia Catalana de Gastronomia i Nutrició. Ubicado en el paseo de Isabel II, el 7 Portes es una leyenda de la gastronomía catalana, y Parellada, el pilar fundamental de un establecimiento histórico. Impulsor de la colección "Recetarios históricos de cocina catalana", maestro de cocineros y gran amigo de gastrónomos como Josep Lladonosa i Giró, Parellada era un sabio sobre cocina, pero también sobre muchos otros temas académicos que lo convertían en todo un referente. A pesar de que ya no regentaba el restaurante como cocinero, Parellada no había cesado nunca su actividad divulgadora. La última fue la presentación del libro Receptari Caules. Cuina menorquina del segle XVIII, el 10.º volumen de la colección 7 Portes de recetarios históricos de cocina catalana. Una colección impulsada por el propio Francesc Solé Parellada y Toni Massanés, director de la fundación Alícia, entre otros.

 

Solé Parellada, entre otros reconocimientos, recibió el pasado año el Premio Nacional de Gastronomía Tradicional, la máxima distinción que otorga la Acadèmia Catalana de Gastronomia i Nutrició. Defensor ferviente de la innovación, con un ojo puesto siempre en la preservación de las tradiciones gastronómicas, Parellada es hijo y nieto de la Fonda Europa de Granollers, un símbolo gastronómico de Cataluña. Algunos de los legados que deja Parellada son las icónicas paellas del 7 Portes o el origen de un postre que se ha convertido en toda una leyenda: el pijama. Un postre hecho con flan, melocotón en almíbar, nata y helado que surgió del ingenio del maestro Parellada.

En una entrevista en La Gourmetería de ElNacional.cat, Parellada afirmaba, sobre el futuro de la cocina catalana, que "es muy posible que algunos platos tradicionales pasen a la historia. Un ejemplo paradigmático es el de los menudillos, que con excepciones, han desaparecido del mapa. La sangre, los riñones, el hígado: son muy difíciles de encontrar. Y también los cerebros. Hay unos 200 platos típicos, conocidos y reconocidos, que están en la maroma porque la competencia de platos más modernos es muy fuerte, y en la comida se da el efecto sustitución: si comes una cosa, no puedes comer otra". Catalunya llora la muerte de uno de los referentes más importantes de la gastronomía y la academia catalana para la preservación de la tradición culinaria de nuestro país.