El restaurante Filmé, afortunadamente, no ha existido nunca. Se trata del nombre del local que el año 2010 se anunció que abriría en Berlín. El segundo local de una empresa del Brasil que aterrizaba en Europa con una macabra apuesta gastronómica: el consumo de carne humana. Es decir, un restaurante caníbal. Un anuncio que no era más que una campaña publicitaria, pero que tuvo el mundo estupefacto durante una semana. Una práctica, el canibalismo, que estos días está en boca de todos a causa de la película La Sociedad de la Nieve.

Difícil de tragar

El anuncio de la apertura de un restaurante caníbal en pleno centro de la Europa Occidental, en Berlín, era una mentira difícil de tragar. Mentira que no se desmintió hasta al cabo de una semana, por el mismo grupo de vegetarianos que arrancó la campaña, y que puso en alerta las autoridades sanitarias y policiales del país. La supuesta empresa que hizo el anuncio aseguraba, en agosto de 2010, que abriría un restaurante caníbal en Berlín. En su página web, el restaurante Filmé pedía voluntarios para llenar su despensa. Pero de forma literal. Buscaba personas que estuvieran dispuestas a dar su cuerpo, o partes de su cuerpo, en el restaurante, para poder cocinarlas y servir a los comensales. El documento que se tenía que llenar, con una serie de cuestiones sobre salud y hábitos, no decía explícitamente que las piezas de carne humana sirvieran para el restaurante. Pero se sobreentendía de forma implícita que el anuncio tenía esta finalidad. Filmé anunciaba también que la gestión de esta carne humana la harían siguiendo todos los criterios sanitarios, con un cirujano - sin muchos escrúpulos - que prepararía todas las piezas.

Buscaba personas que estuvieran dispuestas a dar su cuerpo, o partes de su cuerpo, en el restaurante, para poder cocinarlas y servir a los comensales

El fin del sufrimiento

Una semana después de anunciar su apertura - el mismo día en que se tenía que estrenar el restaurante - una asociación vegetariana de Alemania explicó que la promoción del restaurante Filmé se trataba, en realidad, de una campaña en contra del consumo de carne. La entidad dejó con el corazón en un puño a medio planeta con un gesto muy controvertido y que fue muy criticado en diferentes países occidentales. Una fake news de manual: difundir una información, muy chillona, para que se difunda más deprisa y que la gente se cuestione la veracidad de una noticia muy escandalosa. Una noticia, por cierto, de la cual se hicieron eco grandes medios de ámbito estatal. Pero claro está, quién no se haría eco de un anuncio aparentemente oficial y de esta trascendencia.