El conflicto entre el Gremio de Restauradores y las cafeterías franquicia va un paso más allá. Según un comunicado emitido por los restauradores, el Gremio de Panaderos se sumaría a la demanda contra los locales con degustación para reclamar que 'se ponga orden' en este tipo de establecimientos. Por su parte, el Gremio de Panaderos lo desmiente, y aseguran que "no es cierto que el sector panadero se sume a las denuncias de Restauración contra las panaderías con degustación". Las cafeterías franquicia son establecimientos que, además de vender pan y bollería, tienen un espacio de degustación - mesas y sillas como en una cafetería.

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Guerra abierta

El Gremio de Restauradores reclama que se regulen las condiciones de los locales con degustación de Barcelona. Se trata de establecimientos, a menudo franquicias, que a la práctica dan los mismos servicios que un bar o un restaurante, pero bajo la legislación que regula las panaderías. En declaraciones a La Gourmeteria de ElNacional.cat, el responsable de comunicación del Gremio de Restauradores de Barcelona, Vicent Llorca, afirma que "la inspección municipal ha confirmado varias infracciones en establecimientos de este tipo". Por su parte, el secretario general del Gremio de Panaderos de la provincia de Barcelona, Carles Cotonat, afirma que "el supuesto incumplimiento que algunas cadenas puedan hacer, si es que existe, corresponde determinarlo a las administraciones competentes, y lamentamos la manipulación que el Gremio de Restauración está haciendo de este asunto".

Alguien que trabaje en una cafetería franquicia cobraría, por hacer el mismo trabajo, 400 € menos

Las infracciones más habituales son, según el Gremio de Restauradores, la superación de los veinte metros cuadrados que la normativa permite dedicar a degustación; la venta de bebidas alcohólicas y otros productos específicos como carne, o incluso paella; y el uso de fórmulas comerciales ilegales para las panaderías, tales como anunciar menús u ofrecer comidas y cenas. En materia laboral, los locales con degustación también ejercerían competencia desleal. El salario bruto de un trabajador de la restauración -con las pagas prorrateadas en 12 meses- rondaría los 1.800 € en el mes; mientras que alguien que trabaje en una cafetería franquicia cobraría, para hacer el mismo trabajo, 400 € menos. Una diferencia salarial con la cual el Gremio de Panaderos no está de acuerdo: "Resulta malicioso y falaz la comparativa que se hace del sueldo bruto de un camarero y el sueldo bruto de un vendedor de panadería con degustación, ya que retribuyen tareas y condiciones diferentes.", explican los panaderos.

¿Cambio de opinión?

La queja por regular la situación de las panaderías con degustación es una reivindicación histórica de los restauradores, pero no de los panaderos. En un comunicado reciente, los restauradores afirmaban que "el Gremio de Panaderos de Barcelona ha reconocido la veracidad de las quejas de los restauradores con relación a los comercios con degustación y reclama más inspección al Ayuntamiento de Barcelona".

Los panaderos, sin embargo, lo desmienten. En el último comunicado emitido, el Gremio de Panaderos de la provincia de Barcelona lamenta "la política utilizada por el Gremio de Restauración de Barcelona, consistente en atacar a las panaderías con degustación y, en consecuencia actuaremos para defendernos de estos ataques generalizados y poco fundamentados por parte de un colectivo que pretende ocultar sus problemas atacando un tipo de comercio de proximidad que no es nuevo, sino que lleva más de 30 años de existencia.

Una disparidad de opiniones que pone de manifiesto un conflicto latente en Catalunya, pero sobre todo en la ciudad de Barcelona.