En un mundo en el que buscamos constantemente soluciones prácticas para nuestro día a día, a veces los trucos más efectivos son los que menos esperamos. Uno de los ejemplos más curiosos y útiles lo ha compartido la cuenta de Instagram @yvonnesalltagsabenteuer, especializada en ideas sencillas y creativas para facilitar la rutina. En uno de sus vídeos más recientes, su creadora muestra un truco ideal para quienes no tienen tostadora o necesitan preparar muchas tostadas al mismo tiempo: utilizar el horno convencional, colocando el pan de forma vertical entre las barras de la rejilla del horno. Con esta técnica tan original como eficaz, es posible hacer tostadas crujientes y perfectamente doradas en pocos minutos y sin ensuciar nada.
La forma más fácil de preparar tostadas
Este truco ha causado furor por su simplicidad y eficacia. Según explica Yvonne, lo único que hay que hacer es introducir las rebanadas de pan entre los barrotes de la rejilla del horno, asegurándose de que queden bien rectas y separadas unas de otras para que la cocción sea completa de toda la rebanada. De este modo, el calor del horno actúa uniformemente por ambos lados de cada rebanada, logrando una cocción pareja y un tostado equilibrado, sin necesidad de dar la vuelta al pan ni estar pendiente de ningún aparato.

Una vez colocado el pan, basta con precalentar el horno a 200 °C (con calor arriba y abajo) e introducir la rejilla con las tostadas. En apenas unos minutos, las rebanadas estarán doradas, crujientes y listas para disfrutar. Como bien advierte Yvonne, es recomendable estar atentos durante el proceso para evitar que se quemen, ya que cada horno puede comportarse de forma distinta. El resultado son unas tostadas tan buenas como las de cualquier tostadora, pero con la ventaja de poder preparar varias a la vez, lo que lo convierte en un truco perfecto para desayunos en familia o brunches caseros.
Es una solución ideal si tu tostadora se ha estropeado
Además de ser útil, este truco es una forma creativa de aprovechar el horno sin necesidad de accesorios adicionales que a veces suponen un dolor de cabeza. Al no usar bandejas ni moldes, se reduce el tiempo de limpieza y se optimiza el espacio. Y, por supuesto, es una solución ideal si tu tostadora se ha estropeado o simplemente no tienes una en casa y no quieres almacenar más aparatos en la cocina.
Con pequeños gestos como este, se demuestra que no hace falta complicarse para conseguir resultados sorprendentes en la cocina. Así que la próxima vez que quieras preparar tostadas para todos y no te apetezca esperar turno en la tostadora, recuerda este sencillo método: rápido, limpio y eficaz. ¿Te animas a probarlo?