La resaca es, sin duda, uno de los efectos más molestos tras una noche de excesos con alcohol. Dolor de cabeza, sequedad en la boca, fatiga y malestar general suelen acompañar a quienes han brindado de más, y la ciencia lleva años intentando encontrar soluciones más allá de los remedios caseros tradicionales. Ahora, un estudio reciente aporta un dato sorprendente: el queso probiótico podría convertirse en un aliado inesperado para mejorar el metabolismo del alcohol y reducir el daño hepático asociado al consumo excesivo. Lejos de ser un mito, la investigación revela que ciertos componentes del queso, combinados con bacterias específicas, influyen directamente en cómo nuestro organismo procesa el alcohol.

El alimento que debes comer para evitar la resaca

Publicado bajo el título Probiotic cheese improves alcohol metabolism and alleviates alcohol-induced liver injury via the SIRT1/AMPK signaling pathway, el estudio se centró en analizar los efectos de un queso que contenía cepas de Lactococcus lactis LB1022 y Lactiplantibacillus plantarum LB1418, dos bacterias probióticas con capacidades muy particulares. Los investigadores comprobaron que este alimento no solo favorecía la acción de enzimas como la alcohol deshidrogenasa (ADH) y la aldehído deshidrogenasa (ALDH), clave para descomponer el alcohol y sus subproductos tóxicos, sino que también ejercía un efecto protector en el hígado al reducir la inflamación y regular la acumulación de grasas.

Alimentos contra la resaca / Foto: Unsplash
Alimentos contra la resaca / Foto: Unsplash

El secreto de este proceso se encuentra en la vía SIRT1/AMPK, un sistema de señalización celular que regula tanto la oxidación de ácidos grasos como la lipogénesis. Dicho de forma sencilla, el queso probiótico consigue que el hígado procese mejor el alcohol, evitando la acumulación de sustancias dañinas como el acetaldehído, principal responsable de la resaca. Al mismo tiempo, inhibe la activación de la vía NF-κB, relacionada con procesos inflamatorios, lo que ayuda a prevenir el daño hepático a largo plazo.

Los resultados son prometedores: quienes consumieron este tipo de queso mostraron una mejor respuesta frente al metabolismo del alcohol y menos signos de estrés oxidativo en el hígado. Además, el probiótico fomentó la acción del receptor PPAR-α, que ayuda a prevenir la formación de grasa y reduce la inflamación, dos de los efectos más dañinos del consumo habitual de bebidas alcohólicas.

Queso, un aliado inesperado / Foto: Unsplash
Queso, un aliado inesperado / Foto: Unsplash

Quienes consumieron este tipo de queso mostraron una mejor respuesta frente al metabolismo del alcohol

Aunque todavía se necesitan más estudios clínicos en humanos para confirmar los resultados, los autores del trabajo coinciden en que el queso probiótico se perfila como un candidato ideal para integrarse en la dieta como alimento funcional. Más allá de aliviar los síntomas inmediatos de la resaca, su consumo podría contribuir a una mejor salud hepática y a reducir los riesgos derivados del alcohol. La conclusión es clara: si alguna vez pensaste que la solución para la resaca pasaba por un café cargado o un zumo de frutas, la ciencia propone un giro inesperado. Quizás, la próxima vez, un trozo de queso probiótico sea la mejor elección para que la mañana después sea mucho más llevadera.