Ser un buen camarero requiere una combinación de habilidades técnicas, interpersonales y de gestión del tiempo. A menudo en el sector gastronómico se reconoce, premia y visibiliza a los mejores chefs y los mejores sumilleres, pero el personal de sala queda invisibilizado cuando, también, es parte fundamental del engranaje. En la última jornada de la feria Alimentaria & HostelCo se ha celebrado el concurso del Mejor Camarero del Estado de 2024. Se ha proclamado ganador el vasco Miguel López, del restaurante Garena (Vizcaya).

El Mejor Camarero del año 2024

Después de horas de deliberación y trabajos, por la tarde de este jueves se conocía el ganador. Muy emocionado, López ha reconocido que "es todo un esfuerzo estar aquí y a veces resulta complicado". Ha dado las gracias a compañeros, familiares, amigos. En declaraciones a otros medios, Miguel comentaba que lo más importante es dignificar y dar valor a la profesión. Ya seas sumiller, barista, bartender, jefe de sala. "Creo que, hayas pasado o no a la final, o incluso las personas que se hayan apuntado y quedado fuera de los ocho participantes en la semifinal del Concurso Camarero del Año, queremos que se vea que la sala es increíblemente compleja y técnica, pero, al mismo tiempo, muy gratificante".

A la presentación de la final, Mariano Castellanos, presidente de Honor de AMYCE y jurado técnico de sala, ha comentado que sin sala no hay cocina y sin cocina no hay sala: "Larga vida en la sala". Mireia Ribas, asesora y formadora en el Restaurant Mercat Negre de Sabadell y Fundació Alicia y jurado técnico de barra, y ganadora de la anterior edición del Concurso Camarero del Año, ha sido acompañada todo el día de grandes profesionales. "Este concurso sirve para crecer juntos y promocionar este servicio y demostrar en el mundo que es una profesión muy bonita y, por descontado, motivar el resto para que se dedique al sector".

Algunos consejos para ser un camarero excelente

Algunos de los muchos requisitos que se tienen en cuenta para valorar al mejor camarero del año son el conocimiento del menú. Estudiar el menú detenidamente para poder ofrecer recomendaciones a los clientes y responder preguntas sobre los ingredientes y la preparación de los platos. Desarrollar habilidades de comunicación, es decir, ser amable, cortés y paciente con los clientes y escuchar atentamente los pedidos y preguntas, y responder de manera clara y educada. En tercer lugar, mantener una actitud positiva. Incluso en situaciones estresantes, tratar de mantener una actitud positiva y profesional, ya que los clientes aprecian un servicio amable y son más propensos a dejar propinas generosas.

Es fundamental ser eficiente. Aprender a administrar el tiempo de manera efectiva para garantizar que los pedidos se entreguen rápidamente. Trabajar de manera organizada y priorizar las tareas según su importancia y urgencia. Trabajar en equipo. Colaborar con los compañeros de trabajo para garantizar un servicio fluido y eficiente, así como comunicar cualquier problema o necesidad al equipo y ofrecer la ayuda cuando haga falta. Aprender sobre maridajes de vinos y bebidas. Si trabajas en un restaurante que sirve alcohol, es útil tener conocimientos básicos sobre vinos, cervezas y cócteles para poder ofrecer recomendaciones a los clientes.