El hummus es uno de esos platos que han conquistado el mundo entero por su sencillez, su sabor intenso y la versatilidad con la que puede servirse en la mesa. Aunque la versión tradicional incluye la famosa pasta de sésamo conocida como tahina, lo cierto es que no siempre tenemos este ingrediente en la despensa. La buena noticia es que existe una forma de preparar un hummus rápido, cremoso y delicioso sin necesidad de recurrir a la tahina, manteniendo intacta su textura suave y ese sabor que lo convierte en un acompañamiento ideal para casi cualquier ocasión.
Cómo hacer hummus cremoso sin tahina
En un popular canal de cocina han mostrado cómo transformar unos simples garbanzos cocidos en un dip irresistible en apenas diez minutos. Lo mejor es que esta receta es tan práctica y accesible que cualquier persona, aunque no tenga mucha experiencia culinaria, puede lograr un resultado digno de restaurante. El truco está en utilizar el yogur griego como sustituto de la tahina, lo que aporta cremosidad, frescura y un punto ácido muy agradable. Además, al ser más ligero, convierte al hummus en una opción perfecta tanto para un picoteo informal como para acompañar ensaladas o carnes.
Ingredientes del hummus sin tahina
Para preparar este hummus sin tahina necesitarás:
- 500 g de garbanzos cocidos de buena calidad
- 2 cucharadas de zumo de limón recién exprimido
- 2 cucharaditas de aceite de oliva virgen extra
- 110 g de yogur griego natural
- 1 diente de ajo
- ½ cucharadita de comino molido
- Sal y pimienta al gusto
- Para decorar: un poco de pimentón dulce o picante, un chorrito extra de aceite de oliva y, opcionalmente, semillas de sésamo tostadas
El primer paso es lavar y escurrir bien los garbanzos para eliminar el exceso de líquido del bote o de la cocción. A continuación, colócalos en el vaso de una batidora junto con el yogur griego, el aceite de oliva virgen extra, el zumo de limón recién exprimido, el comino molido y el diente de ajo troceado. Añade también un poco de sal y pimienta, recordando que siempre es mejor poner poca cantidad y rectificar después si lo necesitas. Tritura todo hasta obtener un puré fino y uniforme, de textura aterciopelada.
La clave de esta receta es poner yogur griego para conseguir esa textura fina y uniforme
Una vez lista la mezcla, colócala en un cuenco o plato hondo y con ayuda de una cuchara alisa la superficie. Para darle el toque final, añade un chorrito de aceite de oliva, espolvorea con pimentón y, si lo deseas, unas semillas de sésamo tostadas para aportar un contraste crujiente. El hummus se puede servir acompañado de bastoncitos de zanahoria, apio, pan de pita o tostadas. Si lo prefieres más ligero, puedes añadir unas cucharadas de agua para ajustar la textura.
Con este sencillo método tendrás un hummus casero en pocos minutos, sin complicaciones y con un sabor que sorprenderá a todos los que lo prueben.