¿No te ha pasado nunca que congelas pan, pero después cuando lo descongelas pierde sabor y textura? Congelar el pan es una práctica común que permite conservar el frescor por periodos más largos y minimizar el despilfarro. Algunas personas optan por congelar el pan en rebanadas individuales, mientras que otros prefieren almacenarlo entero. Sea cuál sea tu método, congelar el pan adecuadamente puede mantener la textura y el gusto por días o incluso semanas. Sin embargo, es importante seguir algunos consejos para asegurarte que el pan conserve su calidad al descongelarlo y consumirlo. Te traemos algunos consejos de la mano de la nutricionista Júlia Farré para que cuando lo saques del congelador y lo pongas a temperatura ambiente, esté como recién salido del horno.

Descongelar el pan: los trucos definitivos

Cortar el pan antes de congelarlo

En forma de bocadillos, a rebanadas o de la manera que consideres más oportuna, pero es imprescindible cortar el pan antes de congelarlo, porque sino después el proceso se dificulta mucho y el pan no recupera la textura ni el sabor que buscamos cuando lo descongelamos.

Adiós a las bolsas de papel

Es relevante mencionar la importancia de las bolsas de plástico o de silicona que todos tenemos en casa. Ocupan un espacio muy reducido y tenemos un centenar en el típico cajón. Pues estas bolsas son las que tenemos que utilizar para almacenar el pan en el congelador y no las bolsas de papel con las cuales compramos el pan. ¿Por qué? No es que tengamos nada en contra del papel, sino que las bolsas de plástico o la silicona permiten cerrar herméticamente y evitar la entrada de oxígeno o la contaminación de aires.

Descongelar el pan y tostarlo / Foto: Unsplash
Descongelar el pan y tostarlo / Foto: Unsplash

No esperes al día siguiente

"Ay, qué pereza, mejor lo congelo después". Eso lo hemos expresado todos alguna vez y es lo que tenemos que evitar, ya que es fundamental congelar el pan al momento de comprarlo y no esperar unas horas o unos días. Nada del día siguiente, sino hacerlo al momento y conseguirás que el gusto del pan sea mucho mejor cuando lo vuelvas a descongelar.

Cortarlo antes de congelar, hacer uso de bolsas de plástico, congelarlo al momento de hacer la compra y no esperar más de 30 días a comérselo: los 4 consejos imprescindibles a tener en cuenta

30 días, fecha límite

30 días, fecha límite. Estos son el máximo número de días que puedes tener el pan en el congelador. Más tiempo implicaría que el pan no fuera bueno a gusto, así como podríamos estar hablando de peligros para la seguridad alimentaria de nuestro organismo, tal como alertan varios nutricionistas.