La chef del Semproniana, Ada Parellada, se adentra en las casas de los foodies más intrépidos de Catalunya para resolver dudas semanales sobre los productos del día a día. Desde verduras y todo tipo de hortalizas y frutas, hasta cualquier tipo de dulce, pasando por la carne y el pescado. Maneras para aprovechar los alimentos en su esplendor, técnicas innovadoras y consejos que, en definitiva, nos harán disfrutar de una vida y un recetario más cómodo en los fogones de nuestra casa. El consejo revelador que esta semana nos expone la cocinera catalana es cómo cocinar caracoles en casa para que queden como los del restaurante, un truco indispensable que no podrás dejar de utilizar.
Coge libreta y bolígrafo, y dale play al vídeo para averiguar todos los consejos de Ada Parellada de esta semana.
Como cocinar caracoles en casa
Para cocinar caracoles, antes hace falta saber cómo lavarlos y hervirlos. Los caracoles son un producto único y exquisito que se puede preparar de diferentes maneras. Apúntate estas recetas para disfrutar de los caracoles en casa.
Antes hace falta saber cómo lavarlos y hervirlos
Lavar:
Llenamos un barreño con agua y ponemos un buen chorro de vinagre y sal. Sumergimos los caracoles y les damos unas vueltas. Vamos retirando las babas secas y otras impurezas. Repetimos el lavado 3 veces, cambiando el agua a cada lavado y poniendo siempre vinagre y sal. Tenemos que tirar los caracoles muertos. Sabemos que están vivos porque la humedad los hace salir del caparazón.
Hervir:
Los caracoles, ya lavados con agua, se ponen en una olla con agua fría a fuego muy suave. Cerca de la olla ponemos sal, así cuando los caracoles quieran escaparse de la olla, notarán la sal y volverán de cabeza a la olla. Es importante que el fuego sea muy suave para que no se metan dentro del caparazón. Cuando vemos que los caracoles ya no se mueven, avivamos el fuego. Ponemos bastante sal y unas hojas de laurel en el agua y hervimos los caracoles durante 35 minutos.

Caracoles a la llauna
Una vez lavados los pondremos dentro de una malla y los guardamos unas horas en la nevera para que se duerman, ¡que si no se escapan de la llauna! Cubrimos con pan rallado el fondo de una llauna, o una plata para ir al horno, y encima ponemos los caracoles con la abertura del caparazón hacia arriba. Horneamos a 180 °C. Los caracoles soltarán la baba que tomará un color amarillento al tostarse. Al cabo de 5 minutos, cuando los caracoles ya estén inmóviles, sacamos la plata del horno, ponemos sal, aceite y la picada de ajo y perejil. Volvemos a hornear 15 minutos más. Para acompañarlos, hacemos un aceite de hierbas: mezclamos perejil y cebollino picado con aceite, orégano, unas gotas de vinagre y sal. Mojamos los caracoles en el aceite de hierbas.

Caracoles salteados
Ponemos aceite abundante en una sartén y ponemos un diente de ajo laminado. Añadimos los caracoles y saltamos a fuego alto durante un par de minutos. Ahora ponemos sal, unos tacos de jamón y una picada de fruta seca. Sacudimos y acabamos con pimienta.