La llaminera, ese corte tierno y agradecido del cerdo que en Catalunya se aprecia especialmente por su textura suave y su versatilidad, vuelve a ser protagonista gracias a un vídeo publicado en la cuenta de Facebook de Can Valls Argentona, donde una carnicera catalana explica, con sencillez y precisión, cómo preparar una de las versiones más deliciosas y caseras de este producto tan nuestro. En el vídeo apenas hacen falta florituras: la profesional muestra cómo trabajar la pieza paso a paso, convirtiendo un corte aparentemente simple en una propuesta sabrosa, fácil de manipular, perfecta para el día a día y, sobre todo, ideal para sorprender a los más pequeños de casa. Y es que pocas recetas combinan con tanta naturalidad la tradición catalana con un toque moderno que convierte la llaminera en un bocado irresistible.

Una carnicera catalana revela la forma más deliciosa de preparar la llaminera

Para empezar, la carnicera recuerda que lo primero es salpimentar bien la pieza, algo esencial para que la carne quede equilibrada y aromática. Después viene el paso más técnico: abrir la llaminera “como si fuese una pechuga de pollo”. Esto significa hacer un primer corte longitudinal con un buen cuchillo, profundo pero controlado, y luego un segundo corte que permite terminar de abrirla y dejarla mucho más planita, lista para rellenar. Este gesto, que en el vídeo parece sencillo, es clave para que después el relleno se reparta de forma uniforme y la cocción sea homogénea. Es una receta que, como recalca la carnicera, puede gustar muchísimo a los niños, porque combina sabores suaves, cremosos y muy familiares.

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Esta es una forma de presentarla en su emplatado / Foto: Unsplash

Para el relleno se puede variar entre distintos tipos de jamón o de queso

Una vez abierta, empieza la magia del relleno. Primero se coloca una rodaja de jamón york, luego un trozo generoso del queso cremoso Cadí, que la carnicera elige porque no se deshace demasiado y conserva una textura perfecta en el interior de la carne, y finalmente otra capa de jamón york. Todo se enrolla con cuidado, asegurándonos de que el queso y el embutido queden bien recogidos en el centro de la pieza. A continuación llega el turno del bacon, que puede ser ahumado o no, según el gusto de cada uno. Ella misma comenta que también podría usarse guanciale, y que cuanto más finas sean las lonchas, más sencillo será manipular el rollo sin que se rompa ni se abra.

Lo más importante, insiste, es que la pieza esté completamente limpia, sin ningún huesecito ni resto que pueda estropear el resultado final. Una vez envuelta con el bacon, la llaminera se ata con cuerda alrededor, como si fuese un pequeño asado, para que mantenga la forma perfecta durante la cocción. Después solo queda cortarla en rodajas para que cada pieza muestre el interior jugoso y bien relleno. Aunque esta versión utiliza jamón york y queso Cadí, la carnicera recuerda que podría hacerse igual de bien con jamón serrano, con quesos más aromáticos o incluso con opciones como el brie, creando variaciones igual de deliciosas. Una receta que demuestra, una vez más, cómo la cocina catalana sabe combinar tradición, ingenio y un punto irresistible de creatividad.