El chef Fabio Souza ha abierto en el Paral·lel, en el barrio de Sant Antoni, el restaurante Ruar Street Food, justo en el mismo lugar donde reinaba la mítica Hamburguesería Chelsea, que abrió en 1977. Este chef inquieto, viajero, que estudió Hostelería en la Universidad Anhembi Morundi de Brasil y trabajó en el restaurante Maní, de la chef Helena Rizzo con una estrella Michelin, entre otros, nos ofrece la mejor comida callejera que ha probado por todo el mundo. Este movimiento nómada quiere profesionalizar la comida de calle mediante ingredientes frescos y de calidad, utilizando recetas simples y cocinadas al momento delante de ti y a pie de calle. Sin embargo, últimamente, y debido a las regulaciones de los diferentes países, muchos de estos puestos de comida callejera han desaparecido y se abren restaurantes que incluyen en sus cartas diferentes platos inspirados en street food, es el caso del Ruar Street Food.

Comedor 2

Comedor del Ruar / Foto: Alex Froloff

Sant Antoni y la Bodega Rafel

Soy muy fan del barrio de Sant Antoni ―sobre todo del Sant Antoni de antes de convertirse en patria hipster― y, en este sentido, considero que se ha hablado poco de la jubilación de Rafel de la Bodega Rafel, a quien yo le hacía un monumento. Con él desaparece todo un mundo que empezó hace treinta y cinco años, muchas horas de barra y cañas bien tiradas y mejor bebidas. Lo echaremos de menos. Me pone de mala leche que los locales en los que me he paseado como en casa durante media vida cambien de generación o desaparezcan. Hace poco le tocó el turno a Magí de la Cova Fumada en la Barceloneta, aunque continúa abierto con su hermano Josep Maria (y los hijos de los dos); o a Ramón Parellada del Senyor Parellada, que todavía mantiene la Fonda Europa; hace unos años, a Rosa del Leopoldo o a Núria del Túria; próximamente, le tocará a Juanito del Pinotxo en la Boqueria... Un no parar. Como dice el investigador privado Ven Cabreira en El chef ha muerto: "El pasado siempre vuelve, aunque sea en forma de salpicón de ausencias". Aprovechemos pues y démosle caña. De momento, ahogamos las penas con unas birras Nomada Petricor, mientras estudiamos la carta del Ruar y disfrutamos del ambiente. Estamos sentados en la mesa al final del local, donde el comedor se ensancha y puedes disfrutar de la luz del día gracias a los ventanales que dan al patio. El mobiliario es de hierro y madera, las paredes del local están llenas de arte urbano, puede parecer que estamos en la calle, en cualquier esquina de la Vila de Gràcia, del Soho o del East End. Las réplicas de Banksy se mezclan con originales de otros artistas emergentes como Samuel Feiria y Montse Moonie.

Las recomendaciones del chef

Dejamos que el chef nos sorprenda y empezamos con unos Nachos Suprem, con trigo, jalapeños confitados, guacamole, chile de carne y cheddar cremoso. Hacía tiempo que no probábamos unos nachos como estos. Acto seguido, unas coxinhas de pollo, que no son otra cosa que unas croquetas brasileñas muy buenas, y unas patatas fritas con cheddar cremoso y bacon. 

Nachos

Nachos suprem / Foto: Alex Froloff

Fabio insiste en que probemos los cócteles y pensamos que antes de las hamburguesas nos ayudarán a desengrasar, aunque quizás nos llevarán a la tumba directamente. Probamos el Vamos a la playa, con vodka, Malibú y zumo de piña; un negroni versión del Ruar y un gin-tonic.

Las mejores hamburguesas

Listos para las hamburguesas, verdadero motivo de nuestra visita. ¿Recordáis a Samuel L. Jackson en Pulp Fiction?, que con la Big Kahuna en la mano y salivando dice: "¡Hamburguesa! ¡Piedra angular de todo desayuno nutritivo!". Compartimos las tres más pedidas: Como una cabra, pan de brioche, hamburguesa de 160 gr, queso rulo de cabra, mermelada de bacon, rúcula y mayonesa casera.

Queso

Como una cabra / Foto: Alex Froloff

La Trufada: pan de patata, dos smash burguers (ya sabes, hamburguesas chafadas) de 80 gr, queso americano, huevo frito y mayonesa de trufa negra. Y, para acabar, la increíble Fat Cow: pan rústico, 450 gr de costilla de ternera cocinada a baja temperatura, queso Monterey Jack, rúcula, cebolla roja y mayonesa casera. Para podérsela comer, antes hay que presionar el pan de encima y sacar delicadamente la costilla limpia de carne. Esta ternera, que tiene una cocción más larga que el mandato de Colau, se deshace en la boca, nada ácida y muy aromática, es, sin duda, una obra maestra. ¡Hemos encontrado el grial!

Tofona

La trufada / Foto: Alex Froloff

Acabamos con el pastel de zanahoria con cascada de Nutella y, como no podría ser de otra forma, nos despedimos y salimos rodando Paral·lel Avenue abajo.

Postres

Pastel de zanahoria en cascada de Nutella / Foto: Víctor Antich