Aunque ha tardado en aparecer, el frío ya está con nosotros cuando enfilamos las últimas semanas de noviembre. Sin embargo, estas fechas se empieza a barajar una pregunta entre todas las familias que quieren ahorrar, ¿cuándo es el momento de poner la calefacción

Estanterías para evitar una factura de la luz desorbitada

Tal y como pasa en verano con el aire acondicionado, todos sabemos que hoy en día encender durante muchas horas la calefacción puede ser sinónimo de una factura de la luz desorbitada. Por este motivo, a continuación te daremos a conocer un truco que mucha gente está recomendando y que quizás os sirve para ahorrar en calefacción en esta época de invierno

Los expertos en eficiencia energética coinciden en decir que es una opción muy viable instalar una estantería encima del radiador, ya que de esta manera podemos lograr que esta redirija el aire en varias direcciones. Con esta práctica podéis lograr que este aire caliente se disperse hacia las habitaciones en vez de que se vaya directo hacia el techo y se disperse. De esta manera, conseguirás sacarle un mayor partido energético a tu calefacción y tu bolsillo también lo notará. 

Además, según el experto energético Stephen Hankinson, se ha estimado que a través de este método puedes ahorrar entre 20 y 50 euros en tu factura de la luz, ¿nada mal no? Eso sí, debéis tener en cuenta que el estante no debe estar pegado al radiador para evitar cualquier peligro, con dejar entre 10 y 15 cm es más que suficiente para que este efecto se note. 

Cuatro medidas más para ahorrar

  • Aísla puertas y ventanas con burletes 
    Una gran parte de las pérdidas de calor en una vivienda se produce por rendijas o espacios mal sellados en puertas y ventanas. Instalar burletes adhesivos es una solución sencilla y económica que ayuda a evitar corrientes de aire frío en invierno y mantener el frescor en verano. Este tipo de aislamiento reduce la entrada de aire exterior, mejora la eficiencia del sistema de calefacción y, en consecuencia, baja el consumo energético.

  • Purgar los radiadores periódicamente
    Con el tiempo, los radiadores acumulan aire en su interior, lo que impide que el agua caliente circule correctamente. Esto provoca que no calienten de forma uniforme, especialmente en la parte superior. Purgarlos, es decir, liberar ese aire, permite que funcionen con mayor eficacia y que la calefacción sea más eficiente. La recomendación es hacerlo al menos una vez antes del inicio de la temporada de frío.

  • Cerrar cortinas y persianas antes del anochecer
    Durante el día, las ventanas permiten la entrada de luz solar, lo que ayuda a calentar el interior de forma natural. Sin embargo, cuando cae la noche, ese calor puede escaparse rápidamente. Cerrando cortinas, estores o persianas al atardecer se crea una capa adicional de aislamiento que ayuda a retener el calor dentro de casa. Este pequeño gesto diario puede marcar una diferencia en la temperatura interior y en el uso de calefacción.

  • Calentar solo las estancias que se utilizan
    No tiene sentido mantener calefacción encendida en habitaciones vacías o poco utilizadas. Para optimizar el consumo, conviene cerrar las puertas de aquellas zonas que no se estén utilizando y, si es posible, apagar los radiadores o regularlos a una temperatura mínima. Esto permite concentrar el calor en los espacios donde realmente se necesita y evitar un gasto energético innecesario.