Tal día como hoy del año 1087, hace 938 años, en Ruan (ducado independiente de Normandía), moría Guillermo el Conquistador, que había sido duque independiente de Normandía (1035-1087), por herencia paterna, y rey de Inglaterra (1066-1087), por conquista militar. Guillermo fue uno de los elementos más genuinos de las clases oligárquicas normandas, creadas por el vikingo Rollón y sus huestes, que dos siglos antes (principios del siglo X) se habían establecido en el valle bajo del río Sena —territorio que había sido del reino de Francia— y habían creado un dominio independiente denominado Normandía.
Estas oligarquías normandas eran el resultado del mestizaje entre las élites guerreras vikingas establecidas en Normandía y las mujeres autóctonas (en este establecimiento, los escandinavos prácticamente no aportaron población femenina propia). Durante siglos (del X al XIII), estas élites no solo defendieron la independencia de su dominio, sino que fueron una fuente inagotable de mercenarios (empresarios de la guerra y sus grupos de guerreros). Y no solo estarían presentes en todos los focos de conflicto de la época, sino que también crearían dominios propios (Sicilia, Calabria, Apulia, Inglaterra, Tarragona).
En el transcurso del tiempo, las empresas militares más importantes de estas élites normandas serían la invasión del sur de la península italiana y de la isla siciliana —por encargo del Pontificado— y la creación de los dominios propios de Apulia-Calabria (1043) y de Sicilia (1071), que gobernarían la familia normanda Hauteville, y la invasión de Inglaterra (1066) —aprovechando la anarquía que imperaba en la isla británica. La invasión normanda de Inglaterra sería liderada por Guillermo, que después de una victoriosa campaña se haría proclamar rey de Inglaterra. Aquella conquista está ilustrada en el Tapiz de Bayeux.
La conquista normanda de Inglaterra cambiaría la historia de Europa. Desde entonces, se produciría una acción constante de enlaces matrimoniales entre las casas reales de Inglaterra (los Plantagenet, descendientes de Guillermo) y de Francia (los Capet, que desde el establecimiento de Rollón conservaban ciertos derechos feudales de preeminencia sobre los duques normandos, y desde Guillermo, también sobre los nuevos reyes de Inglaterra). Pero eso, en lugar de crear escenarios de paz y de entendimiento, promovería una escalada de rivalidad Plantagenet-Capet para reunir las dos coronas en una sola cabeza.
Esta tensión permanente contribuiría decisivamente al estallido de la Guerra de los Cien Años (1337-1453/75), el conflicto más largo de la historia europea y la verdadera primera gran guerra europea, por la implicación de todas las potencias continentales.