Tal día como hoy del año 1975, hace 50 años, en Aléria (costa central de levante de la isla de Córcega), un pelotón de 50 militantes de la Acción por el Renacimiento Corso, dirigidos por el médico Edmond Simeoni y armados con fusiles de caza, asaltaban la cava Depeille —acusada de elaboración fraudulenta de vinos. Aquella acción se produjo poco después del congreso nacionalista de Corte —la capital histórica de la isla—, que reunió a más de 8.000 participantes. En aquel momento, Córcega vivía una situación de crisis, provocada por el trato de favor de la Administración francesa a los pieds-noirs (antiguos colonos franceses repatriados de Argelia en 1960): adjudicación gratuita de tierras del Estado y permisividad de las autoridades en la elaboración de vinos fraudulentos.

Los activistas de la ARC reclamaban medidas favorables a los pequeños agricultores corsos, la persecución del fraude y la internacionalización de la campaña "I francesi fora" ('los franceses, fuera'), surgida del congreso de Corte. Pero la reacción del Estado francés, lejos de buscar la rebaja de la tensión, fue atacar a los independentistas corsos con un dispositivo policial que pretendía proyectar una demostración de fuerza y una voluntad de escarmiento. El prefecto francés Gabriel Gilly movilizó 1.250 policías, ocho helicópteros y cuatro blindados, que rodearon la cava con la orden de asaltarla. Durante los combates, que duraron cuarenta y ocho horas, murieron dos gendarmes y un militante independentista y resultaron heridos más de veinte policías.

Los hechos de Aléria acabaron con la detención de los militantes independentistas y el cese fulminante de Gilly. El prefecto francés, que venía precedido de una fama de conciliador (en su anterior destinación en el País Vasco francés, había negociado el fin de la huelga de hambre de los refugiados de ETA), insinuó que se había visto obligado a cumplir las órdenes de Michel Poniatowski, ministro de Interior y fundador de la UDF, del entonces presidente Giscard d'Estaing. Ocho días después (el 27 de agosto), en Bastia (al norte de la isla), se produjo una manifestación a favor de la ARC, que tuvo como resultado un policía muerto y catorce policías heridos. Después de estos hechos, Poniatowski, acorralado, cargó sobre Gilly y la carrera política del exprefecto quedó abortada.

Edmond Simeoni y su segundo, Serge Cacciari, fueron juzgados y condenados a 5 y 10 años de prisión, y Poniatowski ilegalizó la ARC. Al año siguiente (1977), Simeoni fue liberado oficialmente, por buena conducta, y Poniatowski fue relevado y nunca más volvería a ocupar un cargo ministerial. Con la llegada al poder de Mitterrand, del Partido Socialista francés (1981), Cacciari fue amnistiado.