Tal día como hoy del año 1518, hace 502 años, en Valladolid, se abrían las Cortes para coronar a Carles de Gante (nieto y heredero de los Reyes Católicos) como nuevo monarca de la corona castellano-leonesa. El resultado de las negociaciones de aquellas cortes, que cerrarían el 14 de febrero, tendrían que tener una importancia primordial en la historia inmediatamente posterior de los estados que formaban la monarquía hispánica: Carles de Gante -a cambio de un importantísimo donativo y de la colocación de su séquito en los lugares clave de la monarquía hispánica-, aceptaría la petición de situar las nuevas colonias americanas bajo la dependencia directa de la corona castellano-leonesa.

De esta forma se confirmaba, definitivamente, la marginación de los países de la corona catalano-aragonesa en la empresa americana, que se había iniciado después de la detención, deportación y encarcelamiento de los hermanos Colón (1500), por los pretendidos delitos de rebelión, sedición y abuso de poder y la rescisión de las Capitulacións de Santa Fe (1503), que tuvieron que aceptar a cambio del sobreseimiento de la causa. Aquel pacto entre las Corts de Castilla y Carles de Gante, era la institucionalización de una situación que se producía de facto desde que el 1503 Fernando el Católico había decretado centralizado todo el comercio con América a través de la Casa de Contratación de Sevilla.