Tal día como hoy del año 1908, hace 113 años, en Santiago (República de Cuba), un grupo formado por una veintena de emigrantes catalanes y liderado por los comerciantes y activistas políticos y culturales Salvador Carbonell, Pere Claver Joan Oristrell y Trinitat Comas, fundaba el Grop Nacionalista Radical, la primera organización independentista de la historia contemporánea de Catalunya. Aquella organización tenía como objetivo la independencia de Catalunya en forma de república. El artículo primero de sus estatutos declaraba que el Grop se había constituido para “trabajar con ahínco para obtener la absoluta independencia de Catalunya”.

En la casa donde se celebró aquella jornada constitutiva —en Santiago de Cuba—, se izó una gran bandera de Cataluny y se inmortalizó el momento con una fotografía, que ilustra los primeros pasos del proyecto independentista catalán. Poco después, el Grop acogió a otros grupos catalanistas constituidos en la República de Cuba —como el Blok Nacionalista Cathalònia, formado por emigrantes catalanes de varias plazas del sur de la isla— y los condujo hacia el proyecto independentista. Desde el primer momento, el Grop y los grupos catalanistas que se sumaron a él adoptaron la señera estelada como símbolo del proyecto independentista.

El Grop adoptó también la publicación catalana Fora Grillons!, que se editaba en Santiago de Cuba desde dos años antes (1906), y lo convirtió en su órgano de prensa. El Grop inspiraría los primeros proyectos independentistas en Catalunya. Al inicio de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), se creó el regimiento de Voluntaris Catalans —inspirado en las tesis del Grop—, que lucharía junto a Francia y que tendría como objetivo la internacionalización de la causa independentista catalana. Y en 1925, durante la gira del diputado Macià —futuro president de la Generalitat— por los centros catalanes de América, colaboraron en la "colocación" del empréstito Pau Claris para financiar un ejército revolucionario en Catalunya.

Sin embargo, no se sumaron a la iniciativa del Casal Català de La Habana —en buena parte promovida por Macià—, que en 1928 redactó la Constitución de la República Catalana. En 1931 rompieron, definitivamente, las relaciones con Macià —en ese momento, president provisional de la Generalitat—. Y aunque, tras la guerra civil española (1939), intentaron revivir la causa independentista catalana, no tuvieron éxito. Finalmente, en 1959, poco después de la revolución castrista, el nuevo régimen de Fidel Castro ilegalizó el Grop. Después de medio siglo de existencia, el Grop desaparecía, condenado por la clandestinidad impuesta por el nuevo régimen y por la falta de relevo generacional.