Barcelona tendrá presupuesto para 2026, aprobados automáticamente el 29 de diciembre y plenamente activos el 1 de enero. Este es el panorama a corto plazo, si no hay una improbable moción de censura, una vez el alcalde, Jaume Collboni, ha sido derrotado en la cuestión de confianza con la que ha vinculado la aprobación de los presupuestos y que se ha votado en pleno extraordinario este miércoles por la mañana. A pesar de la derrota, del todo previsible, ya que solo ha contado con el apoyo del PSC y ERC, la imposibilidad de la oposición de articular una alternativa y presentar una moción de censura hará que los presupuestos queden aprobados automáticamente en un plazo de 30 días naturales. Todo ello, la misma jugada que en 2024, pero con una diferencia clave en comparación a hace dos años, las cuentas entrarán en vigor el 1 de enero, a diferencia de la anterior ocasión, cuando se activaron el 2 de mayo.

De hecho, el pleno extraordinario de este miércoles, en el que Collboni se ha sometido a una cuestión de confianza vinculada a la aprobación de los presupuestos, no se ha salido del guion previsto. El alcalde ha contado con el apoyo de 15 concejales, los 10 del PSC y los 5 de ERC, mientras que Barcelona en Comú se ha abstenido —8 abstenciones, por ausencia de Janet Sanz— y Junts per Barcelona, Partido Popular y Vox han votado en contra —17 votos entre los tres grupos—. Hay que tener en cuenta que, en esta ocasión, el voto ha sido nominal y por orden alfabético. Ahora se abre un plazo para que la oposición presente una moción de censura con candidato y programa y, si no se presenta, los presupuestos quedarán aprobados automáticamente el 29 de diciembre, el primer lunes laborable una vez agotado el plazo de 30 días

En cuanto al debate, la defensa de las cuentas ha corrido a cargo del teniente de alcaldía Jordi Valls, que ha reiterado los argumentos a favor de los presupuestos presentados por el gobierno municipal, recordando que ha sido “acordado con ERC”, además de incluir “algunas propuestas de Barcelona en Comú y también alguna de Junts”, y ha lamentado tener enfrente “la extraña coalición del no de PP y Vox y también en este caso Junts”. Por su parte, Jordi Martí, presidente del grupo municipal de Junts per Barcelona, ha considerado que el plenario extraordinario serviría para “ratificar una vez más que no tiene la confianza de los ciudadanos”, recordando que es la tercera vez que la pierde, en referencia a la cuestión de confianza del 2024 así como a las elecciones municipales del 2023.

En cuanto al resto de grupos, Gemma Tarafa, en nombre de BComú, ha apuntado que Collboni “no tiene nuestra confianza”, y ha criticado el “talante del gobierno con los problemas”, con un “nulo” diálogo con vecinos y trabajadores y un aumento del 80 por ciento de la publicidad institucional, motivos por los cuales ha justificado su abstención. Jordi Castellana, portavoz de ERC, ha anunciado el voto favorable de su grupo, advirtiendo, eso sí, que queda “camino por recorrer para ejercer el papel que le corresponde como capital de Catalunya”. Dani Sirera (PP) y Gonzalo de Oro Pulido (Vox), han defendido el voto contrario.

“Garantizar el derecho a quedarse en Barcelona”

Jaume Collboni ha ejercido su derecho a realizar la intervención final en calidad de alcalde para asegurar que Barcelona tendrá el 1 de enero un presupuesto “sin subir impuestos a familias, pymes y autónomos”, y ha considerado que la aprobación de los presupuestos conforma “un paso importante para garantizar el derecho a quedarse en Barcelona”. Además, Collboni ha celebrado el acuerdo con ERC y los acercamientos con los Comuns, para añadir que “en el año que queda”, no excluye la posibilidad de llegar a acuerdos con los grupos de la derecha.