La irrupción de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en la sede del PSOE en la madrileña calle Ferraz para clonar el correo del hasta hace pocos días secretario de Organización del partido, Santos Cerdán, es una nueva muesca de inevitable vinculación con la corrupción para los socialistas. El periplo de la Guardia Civil tuvo también una escala en el Ministerio de Transportes, donde visitó las instalaciones de Adif y de la Dirección General de Carreteras. Además de todo ello, el magistrado del Tribunal Supremo Leopoldo Puente ha reclamado al ministerio que aporte el correo del exministro José Luis Ábalos. Aunque no ha sido un registro, ya que se reclamaba documentación muy precisa, las imágenes hablan por sí solas y la entrada de los agentes nunca es una buena propaganda, como no lo fue en su día cuando se personaron en la sede del Partido Popular en la calle Génova o en la sede de Còrsega de la desaparecida Convergència Democràtica de Catalunya, también por casos de corrupción. 

En el hervidero que es Madrid, Sánchez parece andar como gallo sin cabeza. Está encerrado en el palacio de la Moncloa tratando de desenredar el puzle de problemas que tiene delante y mirar si las piezas pueden encajar ni que sea por un tiempo. La visita de este viernes de Salvador Illa, de la que nadie sabe a ciencia cierta con qué urgencia fue convocada ni los temas que realmente se abordaron, abre un abanico de opciones demasiado grande. Por el momento escogido y por el peso del president de la Generalitat, sin duda el barón socialista de más relevancia y más cercano a Sánchez. Las explicaciones de su viaje a la Moncloa que se han ofrecido de un supuesto encuentro para hablar de la presentación de la candidatura para acoger una de las gigafactorías europeas de inteligencia artificial en Móra la Nova, en la comarca de Ribera d'Ebre, son tan peregrinas y exóticas que son difícilmente creíbles. No porque el tema sea menor, que no lo es, máxime si la inversión de 5.000 millones de euros se mantuviera, sino porque estas materias hoy en día se despachan por teléfono o en una videoconferencia y no cancelando temas de agenda en el último minuto. Tampoco se mantiene tanto hermetismo sobre el encuentro, sin confirmarlo oficialmente ni la Moncloa ni la Generalitat.

La ausencia de respuesta viable a la crisis ofrecida por la Moncloa hasta la fecha es lo que deja abiertas todas las posibilidades

En cualquier caso, el viaje de Illa alentó todo tipo de especulaciones y el nombre del president tan pronto se utilizaba en una tertulia para un recambio en el PSOE como en el gobierno español. Madrid siempre adelante varias pantallas, incluso a veces tantas que nunca llega a pasar. En este caso, hay tanta incertidumbre y preocupación en las filas socialistas que todo parece valer para salir del pozo en que se encuentran. Sobre todo porque el horizonte de la rumorología de Madrid no deja de incrementar nuevos señalados en el Gobierno. La última ha sido la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. A ello se suma las comparecencias, en los próximos diez días, de Koldo Aguirre, José Luis Ábalos y Santos Cerdán en el Tribunal Supremo. El primero va a ser Koldo, el lunes 23, y el juez Puente ya le ha avisado de que si no comparece podrán adoptarse las medidas cautelares de naturaleza personal que procedan para asegurar su presencia en lo porvenir. El magistrado ha querido cortar así de raíz que el cambio de abogado que ha realizado le permita cambiar la agenda del tribunal. Ese mismo día, comparecerá José Luis Ábalos. Son dos citas cruciales para conocer la disposición de los declarantes, pero también la actitud de la Fiscalía y del juez.

A quien se le ha aplazado unos días su comparecencia en el Supremo es a Santos Cerdán, que la tenía para el 25 y se ha aplazado al lunes 30. No ha aceptado, en cambio, que esa demora fuera de un mes como pedía su defensor, el abogado Benet Salellas, el exdiputado de la CUP que tanto revuelo ha levantado en el seno de su antigua organización por el hecho de aceptar la defensa de Cerdán. ¿Y Sánchez, donde está? Por lo que parece, recibiendo alguna gente en la Moncloa, además de a Illa. La única acción política que hemos conocido estas últimas horas tiene que ver con la OTAN y su confrontación con su secretario general, Mark Rutte, por su petición de aumentar el gasto de defensa al 5% del PIB y que España rechaza abiertamente. Esa noticia, siendo importante, y su discusión con la Casa Blanca, imbricada con la Alianza Atlántica, no ha conseguido abrirse paso en el relato mediático, que está ocupado absolutamente por la corrupción y el PSOE como monotema. Además, la ausencia de respuesta viable a la crisis ofrecida por la Moncloa hasta la fecha es lo que deja abiertas todas las posibilidades.