Casi el 16% de los catalanes que tuvieron posibilidad de heredar durante la primera parte del 2021 renunció a esta herencia, según los últimos datos del Consejo General del Notariado (CGN) publicados por Cinco Días. Concretamente, solo en Catalunya, hubo un total de 5.364 renuncias a herencias durante la primera mitad del año pasado, que equivale al 15,7% del total. En la misma línea, si miramos el global del Estado, vemos que se renunció además de 28.000 herencias, que supone un porcentaje del 15,4% de las dejas.

Estos últimos datos confirman la tendencia alcista a la renuncia de herencias de los últimos años. Si cogemos toda la serie histórica, que empieza en el 2007, vemos el número de rechazos fue de 2.487 mientras que en el 2020 la cifra creció considerablemente, más del triple, hasta las 8.644 renuncias a Catalunya. En España ha pasado un fenómeno parecido llegando hasta las 44.562 en el 2020.

Con respecto a las previsiones de cómo acabará en el 2021 en este aspecto, el CGN considera que se encerrará con cerca de 55.000 herencias rechazadas a todo el Estado, ya que no tienen ninguna razón para pensar que la tendencia de la primera mitad del año varíe, según ha declarado la portavoz de la institución, María Teresa Barea, también en Cinco Días. De hecho, si la tendencia se mantiene y acaba con las cifras esperadas 2021 será el año en que más dejas se han rechazado, tanto en porcentaje como en número absoluto.

¿Por qué hay tantas renuncias?

Una de las preguntas que surge al ver estas cifras de rechazo es por qué pasa. Pues bien, según Barea podrían explicarse a causa de la crisis socioeconómica provocada por la covid. Concretamente, apunta que "es muy posible que en una época de dificultades económicas nos encontremos con más herencias con más pasivo que activo", es decir con más deudas que beneficios a los cuales el receptor tendría que afrontar con su patrimonio. Ahora bien, también recuerda que existe la figura de la "aceptación a beneficio de inventario", que permite "dejar fuera de peligro el patrimonio preexistente de la posible deuda".

Sin embargo, Barea lamenta que, aunque esta fórmula está ideada para utilizarse en aquellas "herencias grises", es decir cuando el receptor no sabe si hay deuda o no y no tiene la información exacta de los bienes y obligaciones que se recibirán, es prácticamente desconocida en España. De hecho, según el CGN, en el primer semestre del año pasado solo se acogieron 743 personas.

La otra gran razón para no aceptar una herencia son los gastos que lleva asociados, es decir los impuestos como por ejemplo el de sucesiones o las plusvalías municipales de los bienes inmuebles. Estas renuncias, explica Barea, suelen darse en los casos de "herencias con poco líquido". Esta circunstancia lleva al hecho de que muchos herederos que no tienen liquidez se vean obligados a rechazar la deja porque no pueden pagar estos gastos.