La dirección deportiva del Barça ya hace semanas que trabaja sin descanso en busca de las posiciones que Xavi Hernández necesita reforzar. El puzzle es complejo, ya que hay que encajarlo todo, pero Mateu Alemany va avanzando bien, para repetir las jugadas de la temporada pasada.
Y una de las posiciones que quiere reforzar Xavi es la de los extremos. Raphinha, Ferran Torres y Ansu Fati no están rindiendo según lo esperado, mientras que Dembélé, que firmó una primera parte de temporada espectacular, ha vuelto a demostrar ser un jugador de cristal. Y esta semana se ha informado en Italia de una operación espectacular. Fali Ramadani, representante que participó en el fichaje de Marcos Alonso y en la salida de Pjanic, es también el agente de Federico Chiesa, extremo que la Juventus que se está planteando un cambio de aires.
Chiesa se ofrece al Barça
Chiesa, de 25 años, no se ha encontrado en Turín el proyecto que le prometieron cuando decidió salir de la Fiorentina. La Vecchia Signora no invirtió lo suficiente, viendo como le superaban el Milan y el Nápoles. A todo ello se ha añadido la dura sanción recibida esta temporada, lo que ha dejado a la entidad en una situación crítica, y con parte de la plantilla buscando una salida.
El extremo izquierdo pasó a ser propiedad de la Juventus el pasado verano, tras el pago de 42,60 millones de euros. Antes ya había jugado en Turín dos temporadas, en calidad de cedido, a cambio de 12,5 millones de euros. El gran problema, además del bajo acierto de la Juventus a la hora de planificar las últimas temporadas, hay que encontrarlo en la grave lesión que rodilla que sufrió Chiesa hace un año. El italiano ha sufrido más de la cuenta para recuperar su mejor versión, pero ahora ya está preparado. Con 25 años, el jugador considera que toca cambiar de aires, y la opción que más le gusta es el Barça.
Una operación muy costosa
El Barça intentará no dejar pasar una gran oportunidad de mercado, aunque la Juventus quiere dinero, lo máximo posible, por lo que si se produce una subasta el Barça no tendrá nada que hacer. Chiesa, que quiere jugar de blaugrana, puede presionar, aunque llegado el momento también tendría que aceptar un salario a la baja. La operación está en una fase embrionaria, aunque con Ramadani por medio todo es posible.
Mientras, el Barça estudia otras opciones, por si falla Chiesa, y tiene en la lista a Dani Olmo, que ya pudo ser blaugrana hace un año, e incluso a Abde, cedido en Osasuna, y que está firmando una temporada espectacular a las órdenes de Jagoba Arrasate.