El Barça continúa el camino marcado en la Women's Champions League. Sin sufrir, pero también sin exhibirse, ha confirmado el pase a los cuartos de final de competición después de conseguir una victoria a medio gas en Minsk (1-3). La goleada de hace dos semanas en el Estadio Johan Cruyff ha sido una buena renta para alcanzar el objetivo marcado en Europa.

Calma y sorpresa

El 5-0 visto en Barcelona ha sido una efectiva manera de dosificar en el partido de vuelta de los octavos de final. Por este motivo Lluís Cortés ha decidido hacer rotaciones en Bielorrusia. Y con frío, al Barça menos habitual se le han enfriado las ideas.

No había la circulación de balón habitual, ni el ritmo del partido de ida, ni tampoco las muchas ocasiones que generan siempre. A pesar de eso, una solidez defensiva envidiable y unas bandas rápidas y con llegada, han ido reduciendo el ímpetu de las locales.

Pero a pesar de no sufrir en exceso, el primer revés para el Barça ha llegado en forma de gol del Minsk en el segundo tiempo. Un rápido contragolpe y buena carrera de Ogbiagbevha, recorriendo medio campo en solitario, ha sido la antesala del primer gol del partido. El Minsk se adelantaba en el marcador, pero el Barça ha reaccionado a tiempo para hacer valer su superioridad.

Remontada de orgullo

Todavía quedaba media hora de partido y el Barça se ha puesto las pilas. Las blaugrana han empatado con un buen gol de Alèxia Putellas, de cabeza después de un centro en el minuto 66.

Y con el marcador en empate no se ha acabado el partido. La remontada ha llegado en los últimos diez minutos. Mariona ha hecho de killer del área en el minuto 80 y Patri Guijarro ha estado más atenta que nadie en el 85 para dejar el marcador en el 1-3 definitivo.

El Barça no falla y ya piensa en los cuartos de final. De momento, todo en orden y el sueño de volver a repetir la final del año pasado se mantiene vivo.