El destino ha querido que el Barça pueda proclamarse matemáticamente campeón de Liga en el RCDE Stadium, una suerte para el barcelonismo a la que se ha añadido un premio extra, y es que la victoria blaugrana pondría en una situación muy delicada al Espanyol, que tendría un pie en la Segunda División. Y este hecho no ha pasado desapercibido para el vestuario del Barça, donde hay jugadores que se la tienen jurada al equipo blanquiazul, con el que ya tuvieron sus más y sus menos en el partido de ida, cuando Joselu mandó callar al Camp Nou al marcar.

Como suele ocurrir, los jugadores del Barça que sienten más animadversión en contra del Espanyol son los jugadores del fútbol base, que durante todo su proceso formativo tienen en el partido contra los blanquiazules el más importante de la temporada, una rivalidad que se va cultivando temporada tras temporada. No es extraño, pues, que Gavi se la tenga jurada al Espanyol. Al andaluz se le añade Araujo, que la temporada pasada tuvo un enfrentamiento con Melamed, en el partido de Cornellà-El Prat, en el que le hizo gestos de descenso, en referencia al futuro del Espanyol.

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El Espanyol-Barça será un partido trascendental / Foto: EFE

Rivalidad en crecimiento

Y es que la rivalidad entre Barça y Espanyol ha crecido mucho las últimas temporadas, después de un tiempo en el que parecía que habían bajado los decibelios. Así como el espanyolismo disfrutó la Liga del tamudazo, cuando dejó sin Liga al Barça gracias a un gol de Raúl Tamudo, el barcelonismo sonríe cada vez que recuerda que el último descenso del Espanyol se certificó en el Camp Nou, gracias a un gol de Luis Suárez. Ahora, el Barça tiene la oportunidad de dejar a los banquiazules con el agua al cuello, aunque no será nada fácil.

Por el RCDE Stadium es un desplazamiento complicado, uno de los más difíciles para el Barça, que solo ha ganado 2 de las últimas 6 visitas al rivalidad ciudadano, una estadística que explica por qué es un partido muy difícil para los blaugrana, a lo que se añade que es el único desplazamiento de la temporada en la que no tiene aficionados blaugrana en la grada, por decisión del Espanyol.

Braithwaite gol Sergi Darder Girona Espanyol / Foto. EFE
Braithwaite y Sergi Darder, en el Girona-Espanyol / Foto. EFE

El Espanyol, con el agua al cuello

El Espanyol necesita ganar el derbi si no quiere verse con un pie en la Segunda División. En estos momentos faltan 5 jornadas para que termine la Liga, 15 puntos, y el conjunto blanquiazul es el penúltimo clasificado, a 3 puntos del Getafe y del Valencia, con el que todavía se tiene que enfrentar en Mestalla. En el caso de derrota, pues, el Espanyol estaría a más de un partido de la salvación a falta de 4 jornadas, en las que, además de visitar al Valencia, debe recibir al Atlético de Madrid y al Almería y jugar en Vallecas.

La derrota contra el Sevilla de la última jornada ha dejado las cosas muy mal para el Espanyol, al que solo le vale puntuar en el derbi para seguir en la lucha por la salvación. El Barça, por su parte, tiene la oportunidad de cerrar la Liga de una vez por todas y, de paso, de infligirle al Espanyol un durísimo golpe. Y en el vestuario lo saben.