Partido dramático en Butarque. Este domingo, el Real Madrid ha empatado contra el Leganés (2-2) en el estadio de los 'pepineros' e, indirectamente, ha certificado su descenso a Segunda División. Los de Zinedine Zidane dicen adiós a su Liga sumando un punto intranscendente y completando un espectacular registro de diez victorias y un empate después del confinamiento. La otra cara de la moneda es el conjunto de Javier Aguirre. Lo han intentado de todas las maneras pero, cuatro años después, vuelven a la categoría de plata.

Ramos, goleador por sorpresa

A estas alturas del campeonato ya no es una sorpresa. El Madrid ha empezado ganando y el gol, como no podía ser de otra manera, ha sido de Sergio Ramos. En el minuto 9, el central andaluz ha enviado la pelota al fondo de la portería en una falta que Isco había enviado al corazón del área. Once goles en la Liga del capitán blanco. Es cierto que tira los penaltis, pero la cifra es espectacular.

Para salvarse, el Leganés tenía que ganar el partido y esperar que el Celta perdiera o empatara en el RCDE Stadium contra el Espanyol. Como la segunda premisa se cumplía, el equipo de Aguirre ha buscado una remontada salvadora. El primer paso lo ha hecho en el tiempo añadido de la primera parte, cuando Bryan Gil ha ganado la espalda a Lucas Vázquez y ha batido a Aréola, el portero suplente de Thibaut Courtois.

El Leganés, a un gol del milagro

El Leganés es de Segunda pero nadie podrá decir que no ha luchado contra su destino. En el minuto 52 de la segunda parte, Marco Asensio ha firmado un 1-2 que parecía que enterraba definitivamente las aspiraciones de los locales. El Celta, sin embargo, seguía empatando a cero en Cornellà El-Prat, de manera que el Leganés, por honor y posibilidades reales de salvación, ha seguido atacando.

El empate lo ha encontrado en el minuto 78 gracias a un gol de Assalé. Y a partir de este momento, minutos para la historia. El Leganés ha estado a punto de culminar la remontada cuando Avilés, en dos ocasiones consecutivas, ha perdonado el empate. Después, Jovic, además, casi provoca un penalti que lo hubiera cambiado todo. Han sido instantes vibrantes, incluso para los espectadores neutrales. En el campo del Espanyol, los suplentes del Celta no miraban el partido de su equipo, rezaban para que no llegara el tercer del 'Lega'.

Los minutos han pasado, el Leganés ha vuelto a perdonar y el Celta, paralelamente, tampoco ha sido capaz de firmar el 1-0. Poco ha importado. Los gallegos se han salvado y los madrileños han muerto dejándolo todo sobre el césped. El Madrid ha sido espectador de lujo de una jornada memorable.