El fichaje de Joan García por el FC Barcelona fue uno de los movimientos más sorprendentes del pasado verano. Tras brillar en el Espanyol y ser considerado por muchos como el mejor portero de LaLiga 2024-25, su llegada al Camp Nou generó tanto expectación como debate por el cambio de acera en una ciudad marcada por la rivalidad histórica. Sin embargo, el inicio de temporada ha disipado cualquier duda: Joan se ha ganado el puesto con actuaciones solventes y una seguridad bajo palos que le han convertido en intocable.
En paralelo, la figura de Marc-André ter Stegen ha perdido peso. El guardameta alemán, lesionado hasta enero, ya ha asumido que el club trabaja en su salida. Según fuentes internas, Deco ha iniciado contactos para explorar posibles destinos de cara al próximo verano, un movimiento que confirma el relevo generacional en la portería culé.
Joan García, consolidación inmediata
La adaptación del joven portero no ha necesitado margen. Con personalidad, reflejos y un dominio del área poco habitual en un recién llegado, Joan García ha respondido con creces a la confianza de Hansi Flick. Sus primeras actuaciones han dejado claro que no se trata de un fichaje de rotación, sino de un proyecto de titularidad indiscutible a medio y largo plazo.
Este rendimiento inmediato ha acelerado decisiones que parecían pensadas para más adelante. En el Barça, conscientes de la fragilidad física de Ter Stegen en los últimos años, ven en Joan una solución no solo deportiva, sino también estratégica: apostar por un portero de proyección, nacional y con margen para liderar la portería durante la próxima década.
El adiós de Ter Stegen, cuestión de tiempo
La salida de Ter Stegen no será sencilla por cuestiones contractuales y de estatus. No obstante, el propio guardameta ya ha comprendido que su etapa en el club se acerca a su final. La dirección deportiva busca ahora un encaje en el mercado que beneficie a ambas partes: un destino que le ofrezca protagonismo y una operación que libere masa salarial para el Barça.
La transición en la portería culé refleja un cambio de ciclo profundo. Joan García ha irrumpido con la fuerza de quien no solo ocupa un puesto, sino que lo hace suyo desde el primer minuto. El alemán, mientras tanto, comienza a preparar un nuevo capítulo lejos de un Camp Nou que ya tiene nuevo dueño bajo los tres palos.