Cuatro partidos lejos de Montilivi, cuatro derrotas. El Girona sigue sin estrenarse fuera de casa, esta vez después de perder en el Alcoraz contra el Huesca (1-0), un rival directo para el ascenso. El conjunto de Juan Carlos Unzué ha regalado la primera mitad y ha intentado reaccionar en la segunda, pero el árbitro Óliver de la Fuente ha anulado un gol completamente legal a Jonatan Soriano cuando el duelo estaba a punto de acabar. Sea como sea, los gerundenses siguen sin transmitir buenas sensaciones y su técnico, Unzué, empieza a estar en el punto de mira.

Ni un disparo a puerta

Un nuevo día, la misma parsimonia. Los jugadores del Girona han saltado al césped del Alcoraz como si el rival fuera inofensivo y no uno de sus potenciales rivales para alcanzar el ascenso directo a Primera División. Como era de esperar, lo han acabado pagando caro.

En la primera parte, los hombres de Juan Carlos Unzué ni siquiera han chutado a portería y se han dedicado a defender, pero de manera deficiente, a su portero. El entrenador navarro ha dejado futbolistas como Àlex Granell, Borja García o Marc Gual en el banquillo y ha apostado por un centro del campo inoperante conformado por Gerard Gumbau, Pape Diamanka y Jozabed.

El Huesca ha intimidado constantemente el Girona y ha contado con ocasiones muy claras para marcar. La primera la ha tenido David Ferreiro en el minuto 10, pero Mikel Rico, Juan Carlos Real y el exblaugrana Sergio Gómez, cedido por el Dortmund al Huesca, también han podido perforar la portería gerundense muy pronto.

Finalmente, sin embargo, la merecida diana de los aragoneses ha llegado antes del descanso, cuando Shinji Okazaki ha superado a Juan Carlos con un espectacular remate de media tijera.

Al Girona le roban 1 punto

La segunda parte ha empezado con un nuevo aviso del Huesca que se podría haber convertido en la sentencia del partido. Ferreiro, sin embargo, ha perdonado ante Juan Carlos y el Girona ha dado un paso adelante.

Unzué ha realizado un doble cambio, dando paso a Granell y Gual, que han ocupado las posiciones de Diamanka y Gallar. Así, y gracias a un gran Johan Mojica, los de Montilivi han empezado a acercarse a la portería del conjunto local, aunque no han dispuesto de ocasiones claras para empatar. Quien sí que ha podido marcar ha sido el Huesca en una centro desviado que ha acabado picando el travesaño gerundense. La pelota no ha entrado de milagro.

Unzué, cada vez más discutido, ha apostado por Jonatan Soriano a la desesperada y la apuesta casi le sale bien. En el minuto 87, el delantero catalán ha marcado el gol del empate después de rematar un córner picado por Granell, pero el árbitro Óliver de la Fuente lo ha anulado de manera incomprensible. Parecía que el VAR daría la razón a los futbolistas gerundenses, pero no ha sido así y la diana no ha tenido valor.

El Girona sigue sin puntuar fuera de casa y se aleja, un día más, de las posiciones de ascenso. Paralelamente, Juan Carlos Unzué agota la paciencia de la afición, que asume con resignación que el conjunto con más presupuesto de la categoría es incapaz de dominar los partidos.