La 88ª edición de la Liga alzará el telón este viernes (20.15h / beIN LaLiga) con la disputa del partido entre el Girona, una de las grandes sorpresas de la temporada pasada, y el Real Valladolid que, después de cuatro campañas en la categoría de plata, volverá a competir en la élite del fútbol español. El partido, que se jugará en un renovado Municipal de Montilivi, supondrá el debut oficial del entrenador vallisoletano Eusebio Sacristán en el banquillo gerundense.

El técnico de La Seca, que igual que uno de sus acompañantes en esta nueva aventura, Onésimo Sánchez, defendió la camiseta del Valladolid en dos etapas como futbolista, desembarcó en Girona este verano para ocupar el vacío que dejó la marcha de Pablo Machín al Sevilla. Y en su primera temporada en tierras gerundenses su objetivo no será otro que intentar emular lo que consiguió el entrenador soriano la campaña pasada, cuando el equipo catalán sorprendió al fútbol español en su debut histórico en Primera tras conseguir la permanencia con solvencia, permitiéndose incluso el lujo de flirtear con la posibilidad de clasificarse para la Europa League.

Mientras se espera la llegada de más caras nuevas, la principal novedad que ha provocado la llegada de Eusebio es la apuesta por uno 4-3-3 claramente asociativo en el que, por comparación al 5-3-2 que acostumbraba a utilizar Pablo Machín, ganan influencia aquellos futbolistas más talentosos con la pelota como Aleix García, Àlex Granell o Borja García.

En el partido contra el Valladolid el nuevo técnico del Girona no podrá contar ni con los lesionados Jonás Ramalho, Carles Planas y Johan Mojica ni con el sancionado Aday Benítez, cuyo sitio en el lateral derecho lo ocupará el joven futbolista extremeño del Peralada-Girona B, Pedro Porro. En la convocatoria, también están otros tres jugadores del filial rojiblanco Èric Montes, Kévin Soni y Giorgi Kochorashvili, y el atacante inglés Patrick Roberts, que ha llegado a Montilivi cedido por el Manchester City y que tendrá que esperar a que se solucionen los flecos burocráticos que quedan pendientes para estar disponible para el partido contra el Valladolid.

El visitante, el Real Valladolid, "con la máxima ilusión", debutará mañana en Primera División, después de conseguir el ascenso cuatro años después, en un estadio, Montilivi, en el que no ha ganado nunca, y al cual se presenta, además, con una plantilla sin cerrar y sin una delantera perfilada. A pesar de este hándicap, el conjunto blanco y violeta viaja dispuesto a "hacer valer el bloque", tal como indicó el entrenador catalán Sergio González, y a plantarse en tierras gerundenses con "una estabilidad defensiva" que les permita controlar el balón e intentar buscar opciones al contraataque.