El FC Barcelona recupera poco a poco a sus piezas clave. La victoria ante el Elche (3-1) ha devuelto algo de calma, pero también ha abierto un nuevo debate interno: el regreso de Dani Olmo. El jugador ya tiene el alta médica y tuvo sus primeros minutos ante los alicantinos, pero su presencia en el once titular no está garantizada.
El conjunto de Hansi Flick mostró una mejoría, aunque el técnico alemán no quedó del todo satisfecho. El Barça perdió la posesión (49% a 51%) ante un rival inferior, algo que no suele suceder. Flick lo dejó claro tras el encuentro: “Vi cosas muy buenas, pero hay aspectos que debemos mejorar. No podemos relajarnos”.

Dani Olmo tiene un problema y se llama Fermín López
En el centro del campo, la alineación formada por Marc Casadó, Frenkie de Jong y Fermín López funcionó bien. La presión alta del inicio recordó al Barça de sus mejores tiempos. Y ahí, precisamente, radica el dilema. La vuelta de Dani Olmo, que llevaba semanas trabajando para reaparecer, coincide con el mejor momento de Fermín, una de las revelaciones de la temporada.
Los que más celebraron la recuperación del atacante fueron De Jong y Pedri. Ambos lo consideran clave. Con él en el campo, el equipo gana fluidez, ritmo y orden. Olmo entiende el juego, sabe cuándo acelerar y cuándo pausar. Su lectura del partido permite que los centrocampistas se sientan muy cómodos.

El buen rendimiento de Fermín relega a Dani Olmo al banquillo
Además, su presión al rival es una de las armas más valoradas por Flick y sus compañeros. El técnico alemán insiste en que quiere un equipo agresivo, que no deje pensar al contrario. En ese esquema, Olmo encaja perfectamente. Con él en el campo, De Jong y Pedri respiran. Sin embargo, hay un problema: Fermín no afloja.
El joven andaluz está en estado de gracia. Después de superar una lesión, regresó con más fuerza que nunca. Sus números impresionan: seis goles y dos asistencias en nueve partidos. Pero más allá de las estadísticas, su entrega lo convierte en indispensable. Corre, presiona, defiende, asiste y marca. Hace de todo. Y Flick, que valora el esfuerzo por encima del nombre, lo tiene claro: el que trabaja, juega.
Por eso, aunque Olmo ha vuelto, tendrá que esperar su momento. No será fácil desbancar a Fermín, que se ha ganado el respeto de todos con su rendimiento y actitud. El propio Flick lo considera uno de los futbolistas que más ha crecido esta temporada. El entrenador no hará concesiones. Quiere meritocracia. Olmo deberá demostrar que puede volver a su mejor nivel y adaptarse al nuevo ritmo del equipo.