La Liga ya está en las vitrinas del Camp Nou, pero Hansi Flick no se conforma. Tras ganar el campeonato doméstico en su primer año al frente del FC Barcelona, el técnico alemán fue claro en su mensaje: “Tenemos potencial para más”. La ambición de Flick no se esconde, y su gran objetivo de cara a la próxima temporada es la Champions League. Pero para ello, hay una posición clave que preocupa especialmente en el cuerpo técnico: la portería.
Flick ha transmitido en las últimas reuniones con la dirección deportiva que es imprescindible contar con un portero de primer nivel si el Barça quiere competir con los grandes de Europa. No es una opinión aislada, sino una necesidad detectada tras el análisis del rendimiento colectivo en la campaña actual y, sobre todo, tras observar el nivel mostrado por los finalistas de esta edición de la Champions.
Tanto el PSG de Luis Enrique como el Inter de Inzaghi han llegado a la final de Múnich con estructuras defensivas muy sólidas, pero con un factor común determinante: porteros en estado de gracia. Las actuaciones de Gianluigi Donnarumma y Yann Sommer han sido decisivas para sus respectivos equipos, manteniéndolos vivos en los momentos clave y marcando la diferencia en eliminatorias apretadas. Esa es precisamente la figura que Flick echa de menos en su actual plantilla.
Ter Stegen, una incógnita
Marc-André ter Stegen, emblema del club y uno de los capitanes, ha vivido una temporada difícil. Una grave lesión en la rodilla lo mantuvo alejado de los terrenos de juego durante meses, y aunque ha reaparecido en el tramo final del curso, su nivel sigue siendo una incógnita. Dentro del cuerpo técnico preocupa tanto su estado físico como su progresiva pérdida de reflejos y agilidad, aspectos claves en la élite europea.
Flick valora la experiencia del guardameta alemán, pero no puede garantizar que esté al 100% cuando empiece la Champions en septiembre. Por eso, su mensaje ha sido claro: el Barça necesita un portero competitivo para garantizar el rendimiento desde el primer minuto.
Szczesny y su futuro incierto
La otra pieza del puzle es Wojciech Szczesny, quien llegó en invierno para suplir a Ter Stegen. Pese a un buen rendimiento, su continuidad no está asegurada. El polaco tiene opciones de seguir, pero aún no hay una decisión definitiva.
Además, aunque Szczesny ha cumplido en los meses que ha defendido la portería azulgrana, Flick no lo considera una apuesta a largo plazo, sobre todo si Ter Stegen no logra recuperar su mejor versión. La dirección deportiva valora la situación y ya trabaja en el mercado en busca de alternativas.
Portero prioritario
Deco y su equipo han recibido el mensaje de Flick: el fichaje de un portero es una prioridad absoluta. Se buscan perfiles que ofrezcan garantías inmediatas, con experiencia en competiciones europeas y con margen de rendimiento a corto y medio plazo. El Barça no puede permitirse errores bajo palos si quiere aspirar seriamente a levantar la ‘orejona’.
El mercado ofrecerá opciones en las próximas semanas y, mientras tanto, en el club se estudian nombres como Leo Román, Joan García (aunque su posible marcha al Aston Villa complica la operación) o incluso alguna sorpresa internacional. Lo que es seguro es que Flick quiere un guardián fiable para su revolución europea.
Porque el Barça ya ha demostrado que puede dominar en España. Ahora, el gran desafío es Europa, y para conquistarla, Flick sabe que la portería debe volver a ser diferencial.