Polémica de la buena en el play-off de ascenso a Segunda División. Concretamente el nuevo problema ha llegado entre el Real Madrid y el Cartagena, dos de los clubs que se ven las caras en la ronda de cuartos de final del play-off.

El pasado sábado el conjunto blanco recibió al Cartagena en el partido de ida de la ronda en Valdebebas. Hasta aquí, todo correcto. El partido acabó con victoria de los blancos por 3-1 y ya medio sentenciando su pase a las semifinales. Pero el lío llegó posteriormente y después de las quejas de los aficionados del Cartagena.

El Madrid no dejó entrar a los aficionados murcianos con la camiseta de su equipo a la zona que estaba reservada para la afición local, aunque hubieran comprado la entrada. Y además, les obligaron a enseñar el abono del Madrid, cosa que obviamente no tenían.

Unos problemas evidentes que acabaron con una afición del Cartagena dividida y que sólo pudo ocupar los 250 sitios que tenían reservados para la afición visitante. Lo más grave de todo es que el resto de la grada, reservada para la afición blanca, quedó vacía en muchos de los sectores. Y los seguidores del Cartagena no pudieron ocupar los sitios libres para animar a su equipo.

El club murciano, totalmente indignado con el trato hacia su afición, ha anunciado que en el partido de vuelta, que se jugará el próximo domingo en Cartagena, no dejarán entrar a nadie que lleve la camiseta del Madrid. Contraofensiva clara y contundente.

Veremos como acaba el lío y si finalmente la afición del Madrid podrá viajar a Cartagena y ver el partido en directo con su camiseta. El conflicto está servido.