Con los años nuestra sociedad se ha desarrollado y nuestra alimentación ha ido cambiado. Pasamos de comer “lo que nos daba la tierra” a ingerir altas cantidades de alimentos procesados: hamburguesas, patatas fritas, bollería, zumos de tetrabick, chocolate que tienen todo menos cacao, mucho azúcar refinado, muchas calorías y pocos nutrientes.
Este cambio radical de alimentación ha hecho que nuestro organismo desarrolle diversos tipos de enfermedades íntimamente relacionadas con la forma como comemos. Y fue debido a todo esto que nació la “dieta paleo”. Como su nombre indica su propuesta está basada en recuperar la “alimentación de antes”. Alimentos que se encuentren en le medio natural y que no estén procesados. ¿Y qué era lo que comían nuestros antepasados? Frutas, verduras, raíces y tubérculos, frutos secos y aceites vegetales. Entre los alimentos de origen animal están las carnes magras, los huevos y los pescados.
Alimentos frescos como grandes protagonistas
Está basado en alimentos frescos, de temporada, dando preferencia a los alimentos biológicos, proteínas de animales de pasto y la pesca sostenible. Se trata de un régimen alimentar dónde no entran los alimentos procesados y que nos nutre profundamente, proporcionando la regularización intestinal, la absorción máxima de nutrientes que nos proporciona de forma natural una vida más sana y nos ayuda a conseguir nuestro peso ideal.

La dieta paleo es una dieta rica en proteínas y grasas, y baja en carbohidratos. Y estas son algunas de sus ventajas:
- Ayuda a mantenerte sano y lleno de vitalidad
- No se cuentan calorías ni se pesan los alimentos.
- Esta dieta ayuda a luchar contra las enfermedades causadas por nuestra alimentación actual.
- No contiene gluten, así que es apta para celíacos.
- Disminuye el apetito y acelera el metabolismo
- Se reduce el colesterol malo y triglicéridos en sangre, y aumenta el colesterol bueno.
- Previene el estreñimiento.
Sin embargo, hay algunos cuidados a tener en cuenta. Lo importante de esta dieta (y de cualquier régimen alimentar que llevemos) es la necesidad de planificar bien la alimentación y organizarse. Entre las principales críticas a esta dieta está el exceso de proteínas: La dieta paleo puede llegar a ser una dieta hiper proteíca y hay que tener cuidado con las consecuencias que esto puede tener en nuestro cuerpo (en especial en el riñón). Es común también la falta de algunas vitaminas como la Vitamina D
Y es aquí dónde los superalimentos juegan un papel fundamental: sea para aumentar nuestra sensación de saciedad, para darnos más vitalidad o para ayudarnos a suplir algún déficit que nos puede traer la dieta. El cacao eo el matcha pueden ser alimentos complementarios perfectos para los que siguen la dieta paleo.