Si no hay ninguna nueva moratoria, el 31 de octubre será el último día en que estará prohibido subir patinetes eléctricos al transporte público, una situación que se vive desde el 1 de febrero con una vigencia inicial de seis meses que después fue prorrogada tres meses más, a la espera que la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) haya terminado una propuesta de regulación definitiva sobre el acceso y seguridad de estos vehículos a raíz de la alarma creada por el incendio de un patinete en un vagón de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) en noviembre del 2022 en Sant Boi de Llobregat. Ante esta situación, el RACC se ha posicionado a favor de levantar la prohibición admitiendo, eso sí, algún tipo de regulación en hora punta.

Hace falta tener en cuenta que la prohibición ha cortado en seco la intermodalidad que se generaba entre usuarios de Vehículos de Movilidad Personal (VMP) —principalmente patinetes eléctricos— y transporte público, en especial Rodalies y Metro y que el mismo RACC cifró en un 39% de desplazamientos combinados ahora hace un año, en el Segundo Barómetro de la movilidad en VMP en Barcelona y en sus accesos presentado septiembre del 2022. Por eso, este miércoles, en la presentación de la tercera edición del mismo barómetro, el RACC ha señalado que el 53% de usuarios se ha visto afectado en sus desplazamientos habituales por la prohibición vigente.

Ante esta situación, el director del área de movilidad del RACC, Cristian Bardagí, ha señalado el deseo que a partir del 1 de noviembre ya se levante la prohibición señalando que "habría que establecer normas claras, las que sean, para que sea posible subir los patinetes", porque "la intermodalidad entre patinete y transporte público tiene que ser posible". Eso sí, ha señalado que "no en todos los casos será deseable" esta intermodalidad, "por ejemplo, en hora punta", para apuntar que "en otros momentos del día sería muy deseable" que se permita transportar patinetes eléctricos, señalando que así se evitaría "la fuga" de usuarios de patinete a otros sistemas, como el vehículo privado, afirmando que combinar patinete con transporte público "redunda en la efectividad global del sistema y lo hace más eficiente".

La prohibición se mantiene hasta final de mes

De momento, pero, y a falta de que la ATM se pronuncie, la prohibición se mantiene hasta a final de este mes de octubre y afecta a todos los transportes públicos de Catalunya con las excepciones de los taxis y los trenes de largo recorrido (AVE y similares). Aunque la iniciativa correspondió a la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) de Barcelona, se hizo extensiva a todo el país. Por lo tanto, afecta a los servicios de Metro de Barcelona; todas las líneas Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC); todos los servicios de autobús de TMB así como el resto, urbanos e interurbanos, incluido el bus nocturno y los servicios de empresas como Sagalés, Sarfa e Hispano Igualadina, entre otros; el Tram, y los servicios de Rodalies y Regionals de Renfe.