Primer paso al Ayuntamiento de Barcelona para que el antiguo Comèdia aloje el Museo Carmen Thyssen. La Comisión de Urbanismo celebrada este martes ha aprobado de forma inicial la modificación del Plan General Metropolitano para ampliar el Palau Marcet —el edificio del paseo de Gràcia donde se ubicaba el cine hasta el año pasado— para la construcción del museo, que tiene previsto abrir en 2027. El proyecto planteado cambia el aspecto exterior del edificio, pero respeta las fachadas y el cuerpo principal. La propuesta ha prosperado con los votos a favor del PSC, Junts, el PP y Vox, y la oposición de ERC y los comunes. Ahora, la propuesta se tendrá que aprobar de forma definitiva en sesión plenaria.
El edificio actual fue obra del arquitecto Toni Sabater y actualmente tiene cuatro niveles —semisótano, dos plantas y un altillo—, pero crecerá sustancialmente si se aprueba la modificación del PGM. Fuentes municipales citadas por la ACN han recordado que el palacio ya se modificó de manera sustancial en 1934, cuando se convirtió en teatro, y posteriormente ha sido objeto de otras modificaciones para ajustarlo a los diferentes usos que ha tenido. En esta línea, han remarcado que la nueva volumetría no especifica un número de plantas, sino un gálibo, y han señalado que respeta las fachadas y el cuerpo principal, que son las partes más representativas y protegidas del edificio.
La modificación del PGM
La primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha defendido que el proyecto de los promotores se basa en el respeto al edificio y en su entorno: "Se ha hecho un trabajo interesante de adecuación de los volúmenes y de la conservación de las fachadas originales. Se trata de una intervención que resuelve un vacío urbano existente, consolidando la alineación con los edificios vecinos y potenciando el uso social del chaflán y sus fachadas". La modificación del PGM que se plantea define una superficie edificable de casi 10.000 metros cuadrados y establece que el museo estará destinado mayoritariamente a un uso sociocultural, con un 25% de actividades complementarias que permitirán usos diferentes como "tiendas especializadas, restaurante y salas de exposición". Esta modificación "puntual" incluye una ordenación detallada de la parcela, que hará innecesario un plan especial posterior, con la cual se acelerarán los plazos administrativos y la ejecución será también más ágil y eficaz. La inversión total asumida íntegramente por la propiedad será de más de 19 millones de euros.
Por otra parte, Bonet ha recordado que el museo acogerá una parte significativa de una de las colecciones de arte más importantes del panorama europeo, con una atención especial al arte catalán, español e internacional de los siglos XIX y XX. Así, ha defendido que se trata de una "apuesta clara" para reforzar Barcelona como capital cultural internacional y que el proyecto responde a poner al servicio de la ciudad el patrimonio arquitectónico con un proyecto de colaboración público-privada.
Los votos en contra de ERC y los comunes
Por parte de los comunes, Guille López ha explicado que el voto en contra de su grupo es porque no consideran que el Thyssen sea el modelo cultural que Barcelona necesita, ya que es "mercantilista y menos favorable al tejido artístico de la ciudad". Además, ha argumentado que un proyecto como este no se tiene que ubicar en una zona tan céntrica y saturada ya de visitantes, y que la volumetría del proyecto es "desproporcionada". También ha criticado que se prevea el mismo espacio para exposiciones que para actividades complementarias: "Nos cuestionamos si estamos delante de un museo o de un espacio comercial". En el caso de ERC, Eva Baró ha explicado que el 'no' es contra la forma del proyecto, que "estropeará el patrimonio porque tendrán que encajarlo modificando el aspecto del Palau Marcet de forma drástica y contundente, y de rebote el paisaje urbano de una de las esquinas más icónicas del paseo de Gràcia". Ha insistido en que "el arte siempre es bienvenido en Barcelona", y más si se trata de una colección tan importante como este, pero ha defendido que hay que preservar el patrimonio: "Lo que no podemos hacer es estropear nuestro patrimonio cambiante las fichas del catálogo para meter aquello que no cabe en estos momentos".
Por su parte, el concejal de Junts Damià Calvet ha defendido que con el nuevo museo "se amplía la oferta cultural, se proyecta Barcelona internacionalmente y se recupera la oferta cultural en un lugar donde es muy necesaria". La concejala del PP Sonia Devesa ha considerado una "buena noticia" que la ciudad refuerce su rol como capital cultural, poniendo en valor el patrimonio y revitalizando un espacio emblemático que generará actividad económica y cultural. Finalmente, el concejal de Vox Liberto Senderos ha celebrado que se erija en Barcelona "un museo tan importante como el Thyssen" y ha pedido que la ciudad atraiga más galerías.