Carlos Torres, presidente del BBVA, ya tiene lo que quería. Bueno, una parte de lo que quería: que voten los accionistas del Sabadell si aceptan la oferta del BBVA o no, después de que este viernes la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) haya aprobado la opa y abierto el período de aceptación. La segunda parte, la más importante de lo que quiere Torres, es comprar el Banc Sabadell –que lo quiere, sí, aunque quitó dramatismo a la opción de que al final la opa fracase y dijo “si no, no pasa nada, tenemos un bancazo”.

Pero bueno, volviendo al primero de los deseos de Carlos Torres, que puedan ser los accionistas los que voten. Es algo que el presidente del BBVA ha dicho muchas veces durante los dieciséis meses que dura la opa: “Solo queremos que voten los accionistas, es lo normal en estos procesos”. Esto lo ha dicho y repetido cuando empresarios, sociedad civil e incluso el Gobierno se han opuesto a la operación.

Lo tiene. Ahora tienen que votar los accionistas. Tendrán desde este mismo lunes, 8 de septiembre, hasta el 7 de octubre, 30 días. Un período un poco corto, según el parecer del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, pero que es lo habitual en estos procesos. Puede ser más largo o más corto, pero un mes, 30 días naturales, es lo que se suele dictaminar. Además, teniendo en cuenta que hace dieciséis meses que se arrastra la oferta, es fácil imaginar que los accionistas más o menos lo tengan ya decidido, aunque tengan que hacer números de última hora.

Para el presidente del BBVA, obviamente, no hay color. Los accionistas del Sabadell saldrán ganando, y con creces, si aceptan la oferta. Primero, porque es buena, según Torres, teniendo en cuenta el valor del Sabadell previo a los primeros rumores sobre la opa. Segundo, porque cree que el BBVA tiene mucho más recorrido en bolsa que el Sabadell. Si preguntamos a los máximos dirigentes del banco catalán, Josep Oliu y César González-Bueno, seguro que no están de acuerdo. Ellos creen que el Sabadell vale mucho más en solitario que fusionado con el BBVA y, de hecho, la prima actual de la oferta es negativa, es decir, que los accionistas del Sabadell perderían valor, dado el precio actual de ambos bancos en la bolsa.

Torres aseguró que el escenario de tirar adelante la opa solo con el 30% del Sabadell era una exigencia de la SEC, pero no convenció

Ahora bien, el banco de origen vasco está jugando con las cifras de lo que sería una opa exitosa. Desde el inicio, la oferta se presentó, y así es aún, por el 100% de las acciones del Sabadell. Pero tirará adelante, será exitosa, solo si supera el 50%. Es decir, que si no llega, desistirá y no se hará efectiva la compra de las participaciones de aquellos accionistas que hayan aceptado. Hace unas semanas, surgió la noticia que el BBVA se planteaba que el umbral mínimo para completar la operación fuera el 30% y no el 50%, cosa que facilitaría mucho su éxito. El jueves por la noche, salió la noticia que la SEC, el regulador bursátil estadounidense, le autorizaba que, con el 30%, la opa fuera exitosa. Evidentemente, al día siguiente viernes, después de que fuera aprobada por la CNMV, tanto analistas como periodistas preguntaron a Torres hasta la extenuación si el umbral mínimo era el 30% y no el 50%. La respuesta fue rotunda: no. El objetivo es llegar al 50% porque quieren controlar el Sabadell.

Tras esta rotundidad, evidentemente, la pregunta fue ¿por qué, pues, han solicitado a la SEC que, si superan el 30%, puedan ejecutar la compra de las acciones correspondientes? La primera respuesta fue que era una exigencia del regulador estadounidense, que quería tener todos los posibles escenarios sobre la mesa, aunque no se los plantearan.

Sin embargo, el documento de la SEC parece que indica que es el BBVA quien lo solicitó. Preguntado sobre esto, Torres tiró pelotas fuera. Dijo que lo habían hecho por unificar legislaciones, la española y la estadounidense, que les obligaban a tener todos los escenarios posibles, aunque no fueran previstos, y puso otros ejemplos de posibilidades que “no es lo que queremos, pero no se puede descartar del todo”. Entonces, ¿no se puede descartar que se queden en el accionariado del Sabadell con menos del 50%? Esta fue la última pregunta, que la hizo el Germán Aranda, periodista de ON ECONOMIA. No respondió, solo dijo “he de repetir otra vez lo mismo” y reiteró que el objetivo es el 50%.

¿Se imaginan el rechazo empresarial y social si el BBVA controlase el Sabadell con solo un 30%? Por favor, no juguemos con las cifras

Torres no convenció. ¿Esconde el BBVA un as en la manga? ¿Se reserva esta opción aunque digan que no la contemplan por si se acercan al 50%, pero no lo sobrepasan? ¿Puede el BBVA controlar el Sabadell sin tener el 50%? Si es solo una opción hipotética, pero no lo quieren, ¿por qué le dedican tantos esfuerzos? En el folleto de la opa aparecen todas las cifras de cómo serían los resultados del banco con un 30% del Sabadell. ¿Por qué estos esfuerzos si no lo tienen sobre la mesa?

La comparecencia de Torres deja tantas preguntas como respuestas. Este posible as en la manga no aclara las cosas, al contrario, las enreda más, y no ayuda a mejorar la imagen de la opa en Catalunya. Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball, dijo que era “una tomadura de pelo para los accionistas”. ¿Se imaginan el rechazo empresarial y social, que ya existe, si el BBVA controlase el Sabadell con solo un 30%? Por favor, no juguemos con las cifras. Las cosas claras.