Sorli se diferencia de otras cadenas de supermercados por su apuesta por los gimnasios. Este septiembre, el grupo propiedad de las hermanas Anna y Cristina Sorli Gorriz abrirá su séptima instalación deportiva, en Bellaterra (imagen superior), con una inversión de 7,5 millones de euros.

Pero, aparte del grupo familiar, Cristina Sorli acaba de crear una nueva empresa, CSG COR3, para explotar gimnasios y otros locales aptos para la práctica de actividades deportivas y de entretenimiento. Fuentes de Sorli precisan que se trata de una iniciativa personal de Cristina "al margen" del grupo empresarial, que además de supermercados y gimnasios también opera restaurantes, cafeterías, gasolineras, un hotel y un centro comercial.

CSG COR3 es propiedad al 100% de CSG Gestión, una sociedad patrimonial de Cristina Sorli, según publica el boletín del Registro Mercantil. Desde el grupo no han facilitado más información sobre los planes de esta nueva empresa dedicada a la explotación de gimnasios si bien han precisado que no está relacionada con Sorlisport, la cadena de centros deportivos controlada por el grupo Sorli.

El grupo Sorli gestiona 106 supermercados, 16 cafeterías, 6 Sorlinyam (cafeterías con tienda de productos de conveniencia), 3 gasolineras Sorligo, 2 restaurantes y un centro comercial que incluye un hotel de cuatro estrellas, así como siete gimnasios. Todos estos establecimientos se encuentran en Catalunya. Sorli da trabajo a más de 2.200 personas –el 63,62% son mujeres– y el año pasado facturó 285 millones de euros.

Sorli abrió el primer gimnasio en 2013. Desde entonces cuenta con instalaciones deportivas en Sant Vicenç de Montalt, Vilassar de Dalt –integrado en el complejo Sorli Emocions–, Sitges –Inaugurado el 2020 con una superficie de 10.000 metros cuadrados–, Badalona, Barcelona –en el antiguo edificio de Seat de la plaza Cerdà– y Bellaterra –de 3.000 metros cuadrados, que inaugurarán este 8 de septiembre–. El próximo centro que pondrán en funcionamiento será el de Can Matas, en Sant Cugat del Vallès, todavía sin fecha. Solo en los tres últimos años han invertido 20 millones de euros en equipamientos deportivos, situados al lado de sus superficies comerciales. Pero una de las dos hermanas propietarias ha creado ahora una empresa personal que declara operar en el mismo ámbito.

Las hermanas Anna y Cristina Sorli Gorriz están en el patronato de la Fundación Sorli, creada en 2019 para luchar contra la violencia machista y fomentar la igualdad de género, y participan en la propiedad del grupo empresarial. Pero es Anna la que aparece al frente de la empresa si bien prefiere identificarse como "administradora" y no como presidenta porque siempre ha mantenido que no lo es. El primer ejecutivo es Jordi Figueras en calidad de director general.

La historia de este grupo empresarial familiar empieza en 1923, hace más de un siglo, cuando el matrimonio Francesc Sorli y Teresa Arall abrió una tienda de ultramarinos en la calle Pere IV, en el barrio de Poblenou. Pero fue el pequeño de sus hijos, Jordi Sorli Arall (Barcelona, 1934), quien revolucionó el negocio cuando, en 1970, abrió el primer supermercado de autoservicio en la calle Bonaventura Muñoz. En 2015, su hija Anna abandonó la dirección de marketing y se convirtió en "la administradora" del grupo. Los primeros representantes de la cuarta generación –formada por los dos hijos de Anna y los tres de Cristina– ya están tomando posiciones.