Las start-ups de autoconsumo fotovoltaico catalanas Solfy y Samara Energy han cerrado una alianza mutua: la primera ha comprado la unidad de autoconsumo unifamiliar con 3.000 clientes de la segunda, que ha decidido entrar con capital en una ronda de financiación de la primera. Las empresas no han informado de las cantidades invertidas en cada operación. Ambas empresas se fundaron en 2022 y las dos facturaron casi lo mismo, alrededor de 7 millones, en 2024.

Solfy asegura que con esta operación "se consolida como el líder independiente del autoconsumo residencial en España, con 9.000 instalaciones activas". La entrada de capital de Samara es una pequeña parte de la ronda de financiación de 4 millones que cerró Solfy el pasado mes de septiembre, de 4 millones, con la participación de Bonsai Partners y Ona Capital. Era la tercera ronda después de una de 415.000 euros en 2022 y una de 1 millón el año posterior. 

Samara, por su parte, pasará a centrar su negocio en soluciones energéticas para edificios comunitarios. El pasado 2024, Samara más que duplicó su facturación al pasar de los 2,9 millones de 2023 a los 7,5 millones, eso sí incrementando también las pérdidas de los 3,1 millones a los 4,4 millones. La facturación, en cualquier caso, es inferior a lo que Samara dijo a ON ECONOMIA en diciembre de 2024, cuando aseguró que cerrarían con 10 millones de facturación para el 2024. Este año, Samara ha cerrado una ronda de financiación de 9 millones de euros liderada por los fondos internacionales Green Generation Fund y Move Energy, acompañados de Ring Capital, Athletico Ventures, Seaya y Pelion Green Future. 

Solfy vivió una evolución casi idéntica, con 7 millones de facturación, un millón más de lo que esperaban en agosto de 2024, cuando fueron entrevistados por ON ECONOMIA. La empresa no ha informado de sus beneficios o pérdidas, pero en 2023 cerró con un resultado negativo de 240.323 euros. 

Después de la crisis del autoconsumo que ha costado un empequeñecimiento a Holaluz (facturó 919 millones en 2022 y 271 en 2024) y ha dejado a Solarprofit herida de muerte, Solfy y Samara son dos de las pequeñas empresas que buscan ocupar parte de este vacío. El año de la invasión rusa en Ucrania se vivió un boom de autoconsumo por la repentina subida de los precios de la luz que se interrumpió cuando la electricidad volvió a caer. Esto propició un crecimiento exagerado de las dos empresas mencionadas, que después no se adaptaron bien a la frenada. 

Manel Pujol, CEO de Samara, defendió en ON ECONOMIA que no les había afectado esta crisis porque no venían de la gran escala de estas empresas y “el margen de crecimiento del sector aún es muy elevado”.

En la misma línea se expresó el entonces CEO de Solfy, Sergio Balcells, que además añadió que contaban con la ventaja de no tener a los instaladores en nómina, por lo que el gasto estructural es menor y los costes salariales van variando en función del número de instalaciones. En 2023, Solfy solo tenía 21 personas contratadas. Samara el año pasado tenía 65. Ahora estas empresas que debían ser rivales unen fuerzas y serán aliadas en el camino para llevar el autoconsumo a los hogares.