Los secretarios de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, y de la Seguridad Social, Borja Suárez, aprovecharon este lunes la presentación de los datos del paro para sacar pecho en la lucha contra la brecha de género, algo que ambos achacan al efecto de la reforma laboral que ha permitido a más mujeres acceder a contratos indefinidos, pero también al crecimiento del salario mínimo interprofesional (SMI) que afecta más directamente a las trabajadoras. Entre los argumentos esgrimidos, señalan que en los últimos 12 meses se ha creado más empleo entre las mujeres que los hombres, y en términos de empleo total, las asalariadas ya se acercan al 50% de los afiliados en España. Además, tienen un mayor crecimiento en el empleo indefinido y se reduce porcentualmente más el número de desempleadas y que desempleados, según los datos de afiliación y desempleo del mes de febrero.

Sin embargo, según estas estadísticas, aunque se reducen las brechas de género al generarse mayores crecimientos porcentuales entre las mujeres que los hombres, las diferencias en términos absolutos siguen siendo abultadas en contra de las féminas. El número dos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social ha apuntado que se “está cerrando la brecha de género entre hombres, pero nos gustaría ir más de prisa, acelerar la convergencia, aunque la convergencia se está produciendo ya”

Pérez Rey, por su parte, ha insistido este lunes que para ver un número tan reducido de mujeres registradas en las oficinas de desempleo hay que remontarse a 2008, último año de bonanza antes de la explosión de la crisis financiera. “Ni tampoco ha habido tantas mujeres trabajando”, ha remarcado, concluyendo que se ha reducido la brecha laboral un 25% en los últimos cinco años. Entre las buenas noticias sobre el empleo femenino, el número dos de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha señalado que la tasa de paro femenina es la más baja de los últimos 16 años, el 14,3%, tras caer desde el 25% de 2022, cuando arrancó la reforma laboral. Aunque el secretario de Estado de Trabajo reconoce que la tasa de desempleo femenino sigue por encima del masculino.

En los debes pendientes, Pérez Rey ha recordado que se ha de combatir el tiempo parcial indeseado, muy feminizado, y seguir recortando la brecha de género en todas las parcelas laborales. A tal fin, señala la creación de la Oficina de la Discriminación de las Mujeres dentro de la Inspección de Trabajo, seguir subiendo el SMI y la reducción de la jornada de trabajo, con un efecto mayor sobre las asalariadas que los asalariados, o algunos compromisos de reformas legales, como la elevación “lo antes posible” en 4 semanas de los permisos de nacimiento, a 20 semanas.

Brecha sobre el empleo creado. Desde la pandemia se han creado 1,6 millones de empleos, de los que más de la mitad (56%) han ido a parar a más de 860.000 mujeres, una  tendencia que se ha mantenido estable, salvo el bache de 2020 y la primera mitad del año siguiente. Desde la reforma laboral se han creado 1,17 millones de empleos y el año pasado, 550.000, de los que más de la mitad (55%) se los quedaron las mujeres. Porque en términos porcentuales, el empleo femenino ha crecido desde 2020 un 12%, frente al 8% de los hombres. Y en el último año, el número de afiliadas se ha incrementado un 3,3%, y el de los hombres un 2,2%. Unas cifras que han colocado a las mujeres en el 47,3% del total de afiliados en febrero.

Con crecimientos tanto en el trabajo por cuenta propia como por cuenta ajena. Suárez ha destacado que en el caso de las asalariadas inscritas en el Régimen General, ya están muy cerca de 50% y se ha producido una fuerte evolución en las profesionales por cuenta propia, una forma de empleo muy masculinizado. Así, en febrero de 2024 se ha alcanzado un máximo histórico, pues del 37% son autónomas gracias a que tres de cada cuatro de estos empleos desde la pandemia lo han generado mujeres.

Recorte brecha salarial. También se ha producido un recorte entre la media salarial que cobran los hombres y las mujeres. Con los datos de la Seguridad Social, la base de cotización de las mujeres ha crecido un 16% entre las mujeres, frente al 13% de los hombres, aunque Suárez reconoce que todavía estamos lejos de la convergencia. Pérez Rey achaca al SMI este acortamiento de la brecha salarial.

Sectores de más calidad. También se ha avanzado en la participación femenina en sectores de mayor valor añadido. Así, en los conocidos como STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) la mujer ha crecido en los dos subsectores relacionados con este tipo de profesionales. En el caso de las actividades científicas, se han quedado con el 54% de los empleos creados desde la pandemia (unos 152.000) y el 35% en información y comunicación. No obstante, todavía hay sectores fuertemente feminizados, como las actividades sanitarias, la educación o las actividades inmobiliarias y las administrativas.

Empleos indefinidos. También han accedido a más empleos indefinidos. Las mujeres con este tipo de contrato han aumentado un 5,7% el último año, frente al 4% de los hombres. Especialmente importante, el mayor crecimiento en el caso de los indefinidos a tiempo completo, aunque también en el empleo público y los fijos discontinuos. Pero con los datos del Ministerio de Trabajo, aunque los contratos indefinidos crecen porcentualmente más entre las mujeres que los hombres, en términos absolutos, estos últimos se han quedado con mayor número de contratos indefinidos, casi 6 de cada 10 generados el último año. Pero en el caso de los temporales, aunque por poco, las mujeres son receptoras de algo más de la mitad de los registrados el último año.

Brecha en el paro. Con datos de Trabajo se aprecia una reducción del desempleo mayor entre las mujeres en términos porcentuales, pero no en términos absolutos. En febrero de este año, 6 de cada diez trabajadores apuntados en las oficinas de desempleo eran mujeres, una relación que en vez de reducirse se ha incrementado desde la pandemia.