El tiempo parcial se ha incrementado con la reforma laboral, desde 2,45 millones de asalariados a finales de 2021 a 2,58 millones a finales del pasado año, casi 123.000 trabajadores más, aunque se ha producido un claro traspaso desde empleados con contrato temporal a indefinidos. Así, el último diciembre, antes del cambio normativo pactado por el Gobierno, los empresarios y los sindicatos, había 1,37 millones trabajadores fijos con jornadas a tiempo parcial y en el mismo mes de 2023, tras dos años en vigor de la reforma, se ha elevado a 1,8 millones, lo que suponen 432.300 más, con un incremento del 31,6%, según la EPA del cuarto trimestre de 2023 dada a conocer este viernes por el INE.

Preocupación sindical

El incremento de los contratados a tiempo parcial en la modalidad de indefinidos ha causado preocupación entre los sindicatos. Recientemente, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, comentó que tras dos años de reforma laboral se debería profundizar en tres puntos que consideraba debían ser revisados: el incremento del tiempo parcial, el uso inadecuado de los despidos durante los periodos de prueba y el comportamiento del contrato de fijos-discontinuos, del que hay pocos datos que permitan determinar cuántos días al año está en activo una persona con esta modalidad contractual y el exceso de la contratación a través de ETT.

Eva María Blázquez, catedrática de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad Carlos III, comenta que las empresas han buscado fórmulas indirectas para poder contratar por periodos cortos tras la complejidad impuesta con la reforma laboral para demostrar las causas que justifican la temporalidad. El espíritu del cambio normativo fue desde el principio imponer la modalidad indefinida como el contrato principal y relegar el temporal a dos motivos: la sustitución eventual de trabajadores de baja y en caso de necesidad de la producción, aunque en casos muy tasados por el Estatuto de los Trabajadores.

Fuentes del Ministerio de Trabajo apuntan a ON ECONOMIA que los sindicatos tienen especial interés en debatir el tiempo parcial en la mesa que debe negociar la reforma del subsidio de desempleo (que fue rechazado en el Congreso con los 5 votos de Podemos), incluso más que la pretensión del Gobierno de reducir la sobrecotización de los mayores de 52 años en el subsidio que determinó el voto contrario de partido desgajado de la formación Sumar. No obstante, en Trabajo ven con cautela una reforma del tiempo parcial y apuntan que el porcentaje de trabajadores españoles a tiempo parcial es inferior a la media comunitaria. Según Eurostat, en 2022 (último dato) el 17% de todos los ocupados de la UE están a tiempo parcial y el 20% en el caso de los 20 países de la zona euro. España, contabilizando los ocupados (asalariados más autónomos) estaba en 2022 en el 13%, un 13,5% en el cuarto trimestre de 2023, según la EPA.

No obstante, aunque el Ministerio de Trabajo apunta que el volumen de trabajadores a tiempo parcial no es un problema, sí lo es, y grave, el alto porcentaje de personas con esta jornada que no la han elegido y que preferirían trabajar a tiempo completo. La EPA no da la cifra exacta de cuántos son, pues entre las causas para el tiempo parcial, no solo está el querer, sino el tener que afrontar tareas como el cuidado de familiares, entre otras. No obstante, de los 2,87 millones de trabajadores con esta jornada a final de año, 1,36 millones (47,3%) se ven obligados, pues no han “encontrado un trabajo a tiempo completo”. Y los que declaran preferir trabajar a tiempo completo se reducen a 8,16% del colectivo.

Más concluyente es otra estadística de la EPA que contabiliza cuántos trabajadores quieren trabajar más horas a la semana y, a finales del pasado año, sumaban 1,97 millones, es decir, el 68,5% del total de los trabajadores a tiempo parcial. No obstante, hay que apuntar que esta tasa se ha ido reduciendo, pues antes de la reforma laboral, el 77,3% de los trabajadores a tiempo parcial querían trabajar más horas.

Con contrato temporal

Pero si ha crecido el número de indefinidos a tiempo parcial, en consonancia con la fuerte caída de la temporalidad gracias a la reforma laboral, también se ha producido un descenso de los trabajadores temporales a tiempo parcial. Si en 2021 había casi 1,1 millones de temporales con jornadas reducidas, en diciembre de 2023 había caído a 781.000, casi 310.000 menos que en 2021. No obstante, debido a la fuerte creación de empleo en estos dos años, con un incremento algo superior al millón de asalariados, el porcentaje de los trabajadores a tiempo parcial se ha mantenido en cifras muy similares en estos tres años: el 14,5% del total de asalariados (públicos y privados) en 2021; un 14,4% en 2022 y un 14,3% en el último trimestre del año pasado.

Pero el peso entre indefinidos y temporales sí que se ha invertido. Así, en 2021, los trabajadores indefinidos con contratos de jornada parcial suponían el 10,8% del total de los empleados fijos y dos años más tarde suman 1 punto porcentual, hasta el 11,9% del total de indefinidos, Y, sin embargo, el peso de los trabajadores a tiempo parcial con contrato temporal no se ha reducido, sino que ha crecido, empeorando las condiciones de este colectivo ya de por sí precario: ha subido del 25,3% del total de los asalariados temporales en diciembre de 2021, al 26,3% a finales del pasado año.

Muy feminizado

El tiempo parcial tiene un fuerte sesgo de género, pues 3 de cada 4 son trabajadoras, aunque el porcentaje se ha reducido 2 puntos porcentuales tras dos años de la reforma laboral en vigor. No obstante, los hombres que declaran querer trabajar a tiempo completo en vez de parcial suponen el 55,5% del total de los empleados a tiempo parcial, porcentaje que se reduce, aunque levemente, en el caso de las mujeres.

Entre los que han elegido voluntariamente esta jornada, 10 de cada 100 mujeres quieren trabajar a tiempo parcial, frente a 7 de cada 100 hombres. En este mismo sentido, de los 2 millones de trabajadores que quieren trabajar más horas, 1,17 millones son mujeres, que equivalen al 12% del total de las empleadas en España, y 780.000 hombres, el 6,9% del total de asalariados varones.

Algo más patente si se compara por actividades. El sector con mayor porcentaje de tiempo parcial sobre el total de los profesionales es el de empleados del hogar, pues el 52,8% del colectivo trabaja a media jornada, el 56,6% en caso de las mujeres y el 23,4% de los hombres. La segunda, con un 32,4%, son las actividades artísticas (39,2% del total de las mujeres que se dedican a esta profesión y el 27,2% de los hombres); del total de las personas dedicada a actividades administrativas y servicios auxiliares, el 38% son a tiempo parcial, generalmente contratados por ETT (38% del total de estos profesionales en el caso de las mujeres y el 12,3% en los hombres); el 25% de las personas de hostelería (30,8% en las mujeres y 17,6% en los hombres); el 18% en educación (19,3% en mujeres y el 14,4% en hombres) y en el comercio minorista, sector en el que el 14,6% de su fuerza laboral está contratada a tiempo parcial, en el caso de las mujeres se eleva al 23% y cae al 6,5% entre los varones.